La presidenta de Manos Unidas cree que los españoles "no han dado la talla" con el ébola

Soledad Suárez valora que el ébola tiene que "doler" igual afecte a España o a Sierra Leona.

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La presidenta de Manos Unidas cree que los españoles "no han dado la talla" con el ébola
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La presidenta de Manos Unidas, Soledad Suárez, ha indicado que una de las cosas que le han "dolido" y "disgustado" este año que termina ha sido la actitud de los españoles de falta de solidaridad con las personas que están muriendo en África a causa del ébola y de miedo cuando el virus llegó a España.


"Ese ha sido para nosotros un disgusto, un dolor pensar que la sociedad española que es tan solidaria y sin embargo en estos momentos no damos la talla", ha lamentado Suárez en una entrevista concedida a Europa Press.


Concretamente, ha indicado que no ha sido tanto una falta de solidaridad económica como de olvidar que el ébola tiene que "doler" igual afecte a España o a Sierra Leona. "Qué miedo nos dan estas cosas cuando nos afectan a nosotros y en cambio qué olvidadas las tenemos cuando les está afectando a los países de África", ha precisado.


Suárez ha indicado que los últimos años han sido "duros por culpa de la crisis" pues esta ha "desviado un poco la atención de las necesidades" y Manos Unidas lo notó en una "bajada de ingresos" que "siempre ha sido más notable desde la administración que desde los socios". No obstante, ha precisado que ahora se ha "estabilizado" la situación.


En este sentido, ha valorado positivamente que la administración vaya a dedicar "un poco más" de dinero a la cooperación. "Con el motivo de la crisis ha habido una reorganización, ha pasado un poco con todas las administraciones, como éramos ricos y teníamos mucho dinero, a lo mejor lo gastábamos de una manera no muy adecuada, pero bendito sea Dios que se vuelve a hacer una reorganización y que podemos volver a destinar parte del dinero, aunque sea poquito", ha añadido.


Por otro lado, Suárez ha señalado que este año la sociedad española ha sufrido un "cáncer social" que es "la corrupción" que "daña el tejido social" y que, a su juicio, hay que "atajar" porque, según ha indicado, aunque sean "muchos más los honrados" parece que los corruptos "van ganando la batalla".


En todo caso, ha asegurado que, a pesar de las dificultades, ellos han seguido trabajando con "mucho ahínco" para "que la sociedad española esté enterada de lo que sucede fuera de sus fronteras".


Entre las dificultades en los continentes en los que Manos Unidas trabaja, Suárez ha señalado "dos grandes" en África: el ébola y la violencia de los yihadistas y las guerras. En cuanto al primer problema, la presidenta de la ONG ha asegurado que el ébola ha sido "un drama" porque para los países que lo sufren representa un "retroceso" y sobre el segundo, ha lamentado que "el desarrollo de los países está reñido con la guerra".


Por otro lado, en Asia, ha destacado que la situación de la mujer es "dramática" --infanticidios femeninos, menosprecio-- y ha explicado que, por este motivo, muchos de los proyectos de Manos Unidas en este país van dirigidos a ellas. Asimismo, se ha referido a la situación en Oriente Medio y ha recordado a la "gran cantidad de refugiados y desplazados".


Atendiendo a América, Suárez ha admitido que este continente tiene "un mayor potencial" pero ha precisado que "continúan aumentando las diferencias entre ricos y pobres" y que estas "tremendas desigualdades" están provocando un "cierto incremento de la conflictividad social" ya que los ciudadanos conocen sus derechos y protestan por las construcciones de embalses que vulneran los derechos de la población o por los monocultivos. 


Entre los deseos para 2015, Suárez ha pedido una "rápida" aprobación del anteproyecto de Ley del Voluntariado y su desarrollo reglamentario porque, según ha recordado, se están dando casos de personas que han pasado un largo periodo de tiempo fuera de España como voluntarios y que se han encontrado a su regreso sin cobertura social o "sin pensión" en el caso de misioneros.


Además, Suárez pide al Gobierno y a las administraciones que "no olviden los derechos inalienables" de las personas de los que "no pueden ser privadas en beneficio de intereses económicos".


Asimismo, recordando al Papa Francisco, Suárez ha reclamado al Gobierno que con las leyes no fomente la "cultura del descarte y el consumismo" y que en el debate político predominen no las "cuestiones técnicas" sino "el ser humano". "Muchas veces parece que corremos el riesgo de vernos reducidos a un mero engranaje en el que la persona es utilizada y cuando ya no sirve, la descartamos sin ningún reparo", ha advertido.