"Antes de 2050 el cáncer estará tan controlado como hoy las infecciones"

"Estamos entrando en el dominio del problema por parte de la ciencia", asegura el investigador Joan Massagué, premio Príncipe de Asturias.

El investigador Joan Massagué en la lección inaugural titulada Ciencia y cáncer: conquistar la metástasis'.
"Antes de 2050 el cáncer estará tan controlado como hoy las infecciones"

"Estamos entrando en el dominio del problema del cáncer por parte de la ciencia". En un mensaje claro, casi didáctico, y optimista, el investigador y Premio Príncipe de Asturias Joan Massagué se mostró contundente al calificar el estado actual la lucha contra el cáncer: "Se va lento pero se va bien". El director científico del Instituto Sloan Kettering, integrado en el Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York, que impartió la lección inaugural de los Cursos 2014 de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, bajo el epígrafe 'Ciencia y cáncer: conquistar la metástasis', articuló un pormenorizado trayecto de la investigación sobre el cáncer, "desde la oscuridad a la luz", vertebrado por un mensaje diáfano: "El cáncer ha pasado a ser un problema gestionable y gestionado". Minutos antes de su intervención en el paraninfo de La Magdalena, donde trazó un itinerario histórico en tono divulgativo, apoyado en algunas imágenes y gráficos, Massagué consideró que "antes de 2050 el cáncer estará tan controlado como sucede desde mitad del siglo XX con las infecciones", un objetivo ante el que se mostró convencido de que hay "una cuarta parte del camino" abordado. Ese dominio del cáncer "va a ser una conquista" a mediados del siglo XXI. Para el investigador, "estamos en un punto de inflexión para desgranar el contenido de los tumores".


Una situación paralela, describió, a la que acontecía a mediados del siglo XX, cuando se descubrieron los microorganismos que las causan y los antibióticos para combatirlas. Un recorrido que se abre con los primeros fármacos "para atacar las dianas que habían sido identificadas, la normalización de tratamientos, aunque de forma lentísima", hasta que llegó la secuenciación del genoma como "ese gran punto de inflexión".


Conocedor del mapa de la investigación ligado a Estados Unidos, Massagué vertebró su discurso a través de las dos grandes campañas que lanzaron los presidentes Kennedy y Nixon. Mientras el primero afrontó la carrera espacial, el segundo emprendió la batalla contra el cáncer. Massagué dijo que "en 1971 se pensó que iba a ser cosa de una década pero ha pasado medio siglo desde que se lanzó aquel reto público y aún estamos en ello".


El codirector del Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona, en su décima comparecencia en la historia de la UIMP, a la que ha estado ligado desde los años ochenta a través de los cursos sobre las bases moleculares del cáncer, buscó "poner al día" al público señalizando cuál es la situación actual de la investigación y la metástasis para explicar "dónde vamos, cuánto hemos avanzado y cuánto falta".


Contra los adjetivos

Frente a las tesis de otros colegas, el investigador rechazó los adjetivos que se manejan actualmente en torno a la enfermedad. Hay que empezar a olvidar vocablos como "traslacional, básica, clínica", para reivindicar "la ciencia del cáncer". En su tramo final de la lección apeló a la misión colectiva de todos y pidió a la sociedad que se "autoeduque" y entienda que se está saliendo "del oscurantismo, del reino de las opiniones para entrar en la fase del conocimiento y de la ciencia". Massagué dijo convencido que se ha pasado de aquellos años ochenta donde primaba la oscuridad con algunos puntos de luz, que "garantizaban algún subidón", a la posibilidad desde hace dos años de identificar moléculas, fabricar fármacos, "que no todos fracasarán". Su mensaje no dejó resquicios: "La mayoría de esos fármacos van a fracasar pero no todos y de eso está surgiendo la revolución en la oncología que hemos empezado a vivir hace dos años".


Massagué sustuvo que "cada vez se entiende más la biología del problema de la metástasis del cáncer". Desde su experiencia, el plan para atajar esta enfermedad supone no solo contar con los medicamentos más nuevos que están saliendo sino con otros que ataquen y atajen aquello que permite que las células diseminadas del cáncer "resistan en órganos vitales; esto es la metástasis, que es la que provoca el 90% de los fallecimientos". El investigador recordó cifras significativas como la que señala que en el presente el 60% de los casos de cáncer se curan e incluso se pueden llevar "al mismo nivel de control" que se ha alcanzado con las infecciones.


Otras cifras de Massagué subrayan que el cáncer es un "problema complejo" que se ha convertido "en la primera causa de mortalidad -más de 90.000 personas en España-, casi 8 millones en el mundo, con un alto coste social, personal y económico".


El integrante de la Academía Nacional de Ciencias de los Estados Unidos, en una ponencia, no exenta de humor, aseguró que a mediados de los ochenta lo que se conocía de las bases moleculares del cáncer "era en realidad los palillos que sostenían algo", y que el antes y el después en el combate contra el cáncer se situaba claramente en la "secuenciación del genoma".


El investigador quiso dejar claro que al margen de debates y discusiones, "el cáncer no es opinable como la abdicación o la Lomce o la educación, sino que debe abordarse y resolverse a través de la ciencia". Massagué aseguró que hace cinco años los diagnósticos sobre pacientes y las decisiones sobre medicamentos siempre estaban sujetos a un gran margen de error y desconocimiento, mientras que ahora cada día avanzamos entendiendo cómo aplicar el nuevo medicamento. Frente a carreras como la tecnológica espacial que llevó al hombre a la luna, el científico consideró que la lucha contra la enfermedad responde a que "la vida es complicada".


El cáncer, definió, es "la ruptura de algunas normas de urbanidad" que rigen el comportamiento ordenado de las células. Y ¿cómo surge? "Se produce cuando las mutaciones del genoma atentan contra el buen comportamiento y uso de las células de algunos de los genes críticos". Si el reto de vencer al cáncer es "cinco o diez veces más difícil" que conseguir poner un hombre en la luna es porque "es el resultado de la alteración de un proceso lleno de complejidades y de fragilidades", defendió.


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