Por sí mismas no curan, pero las artes siempre han servido para expresar el nivel de ánimo de las personas e incluso mejorarlo. Ya el psiquiatra Hans Prinzhorn reunió a comienzos de los años veinte los dibujos de varios pacientes de centros psiquiátricos para estudiar las capacidades terapéuticas de la ocupación creativa. Curiosamente esta colección fue una valiosa aportación al mundo del arte, influyendo en el surrealismo y en los expresionistas abstractos.

Hoy en día, no son pocos los tratamientos en los que se usa este arma para que los enfermos comuniquen su estado de ánimo y el dolor que sufren. Fruto de ello son las pinturas que mostramos realizadas por pacientes de Policlínica Barcelona. Como explica Fernando Martínez Pintor, director del Instituto Universitario de Reumatología de este centro, "nosotros les aconsejamos que realicen alguna expresión artística de su dolor, en forma de pintura, escultura, música, literatura, etc".

Y es que, a través de la arteterapia, se busca "dar un estatus de sujeto a la persona enferma. Naturalmente que con ella no podemos curar nada, pero al enfermo le hace sentirse feliz expresando su dolor, su sufrimiento, de una manera plástica. Con la arteterapia dejamos libertad a la imaginación para que el paciente exprese sus sentimientos de la manera mas clara posible", afirma Martínez Pintor, quien señala una característica común en las obras pictóricas que presentan los pacientes: "Es la postura con la que suelen representar a la figura humana, que siempre adopta una actitud fetal, como de recogimiento".

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