María José Aybar, Teresa Camacho, Amelia Nerín, Lourdes Andreu y Pilar Gimeno son algunos de los rostros protagonistas de la iniciativa Yomemuevoporamacgema. Siete vencedoras en la lucha contra el cáncer genital y de mama que junto a otras 1.000 socias de la asociación aragonesa AMAC-GEMA comparten experiencias y prestan apoyo a quienes están pasando por la enfermedad.

"El ánimo y el apoyo del entorno es lo que te hace tirar para adelante", reconoce Teresa, a quien con 43 años le diagnosticaron un cáncer de mama. Al igual que la mayoría de afectadas, ella también se vio "paralizada emocionalmente por el miedo" tras recibir el diagnóstico de la enfermedad. Hoy tiene 63 años y, tras haberle ganado la batalla al cáncer, se muestra encantada de que su testimonio sirva para ayudar a quienes están pasando ahora por lo mismo. "El poder compartirlo con otras mujeres afectadas es una inyección de moral para quien lo está viviendo", confiesa. "Hay que vencer esa primera barrera del miedo y muchas veces el escuchar a otras mujeres y compartir tus preocupaciones con ellas te ayuda a dejar de llorar", apostilla Pilar, que lleva 17 años de voluntaria en AMAC-GEMA.

Ambas se conocieron en la asociación hace casi 20 años, en clase de relajación. Entonces, reconocen que no había tanta información como ahora. "Hacemos voluntariado en hospitales y viendo a otras mujeres que están pasando por lo mismo vemos que están mucho más preparadas", señalan.

Para Lourdes Andreu, a quien le diagnosticaron la enfermedad con 39 años, lo más "importante" en la lucha contra el cáncer de mama es actuar en prevención y afrontar el diagnóstico con "optimismo" y el convencimiento de que se está ante una enfermedad que tiene tratamiento. "Hay que eliminar las connotaciones negativas que tiene la palabra cáncer y afrontar la enfermedad desde una perspectiva de vida, no de muerte", defiende ella.  

Actuar en prevención y concienciar sobre la autoexploración mamaria, son las principales reivindicaciones que plantean desde AMAC-GEMA. Amelia Nerín, otra de las afectadas, explica que fue ella misma quien se detectó la enfermedad hace siete años. Se sometió a una masectomía, recibió radioterapia y quimioterapia, pero al cabo de un año, cuenta, el cáncer volvió a aparecer en la otra mama. "Mi mayor preocupación eran mis hijos, que tenían entonces 4 y 8 añitos. Conocí la asociación a través de una doctora y una psiconcóloga me ayudó a explicarle el tema a los niños, sin que pensaran que era algo tremendo", relata esta voluntaria que participa ahora en un programa de concienciación para escolares. Gracias a la iniciativa 'Cine y vida' , han llegado a más de 30 colegios y asegura que es una experiencia "gratificante" porque consiguen sacarle a los menores unas reflexiones "que emocionan". "Al final -añade Lourdes- llegamos donde no llegan las instituciones ni la medicina. El cuidado de la mente y del alma no te lo puede hacer un médico en 10 minutos que tiene de consulta", puntualiza.

I Marcha por la Salud abrazando al Ebro

Así pues, debido a su elevada prevalencia en la sociedad actual, las socias de esta asociación aragonesa coinciden en que el cáncer de mama es hoy una enfermedad que "se vive de una forma familiar y social" y, por ello, han querido conmemorar los 20 años de la asociación con todo un calendario de actividades "para compartir con la ciudadanía". Así, este domingo, 22 de junio, se celebrará la I Marcha por la Salud abrazando al Ebro, que partirá a las 10.30 de la plaza del Pilar y cuyos beneficios se destinarán íntegramente a este colectivo. 

Más allá de las marchas, las mesas informativas y las carreras, la presidenta de esta asociación aragonesa, María José Aybar, confiesa que el verdadero reto para todas ellas es "saber vivir cada día de la mejor manera posible", acompañadas de su entorno más cercano. "La cuestión es tirar para adelante y darte cuenta de lo que vale el día a día, cómo lo vivas y cómo lo disfrutes", concluye Amelia.

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