"Las dietas poco saludables suponen un riesgo mayor para la salud global que la venta de tabaco", así se pronunció este lunes el investigador de las Naciones Unidas Olivier de Schutter en un comunicado emitido durante la apertura de la cumbre anual de la Organización Mundial de la Salud.

A juicio de este investigador belga, para combatir las altas tasas de obesidad que afectan a los países desarrollados, es necesario un "pacto mundial" en el que los Gobiernos de las diferentes naciones se comprometan, entre otras cosas, a aumentar los impuestos a los productos menos saludables, a regular los alimentos con alto contenido en grasas saturadas, azúcar y sal, y a limitar la publicidad de la comida basura, según pone de manifiesto en un informe emitido a través de la oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.

"Las dietas poco saludables son ahora una mayor amenaza para la salud mundial que el tabaco. Y así como se reguló los riesgos de este, ahora es el momento de aprobar un convenio que actúe sobre la comida basura" dijo.

De Schutter, quien ha ocupado el cargo de relator especial sobre el derecho a la alimentación desde 2008 y anteriormente dirigió la Federación Internacional de Derechos Humanos con sede en París, informa al Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.

En el citado informe pide también una reforma en el sistema de subsidios agrícolas para apoyar a la producción local e "incentivar el acceso de los consumidores a alimentos frescos, sanos y nutritivos".

Tales medidas, declaró, "son esenciales para garantizar que las personas están protegidas de las campañas de desinformación agresivas" que circulan en relación a la comida basura y las dietas poco saludables.

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