Psiquiatría

"Con la crisis, aumenta la tendencia a no quejarse y aguantar en el trabajo"

Javier García Campayo, psiquiatra del Hospital Miguel Servet de Zaragoza.

Javier García Campayo
"Con la crisis, aumenta la tendencia a no quejarse y aguantar en el trabajo"

"El síndrome postvacacacional solía ocurrir en personas que podríamos llamar 'quemadas' profesionalmente o con 'burnout', mostrando así, en ocasiones, un conjunto de síntomas de un problema más importante por resolver", afirma este psiquiatra.


"Con la crisis económica, el principal cambio que se ha producido es que la gente no solicita bajas laborales por miedo a ser despedido. Esto está aumentando el denominado ‘presentismo’, es decir, que la gente está en su trabajo pero con rendimientos bajos, simplemente estando presente pero apenas trabajando y a disgusto". "Hay tanta gente sin trabajar que la gente no se queja demasiado, aunque haya más razones que nunca para ello, porque las condiciones han empeorado claramente", afirma.


En función de cómo sea la persona, podemos asistir "desde a un fenómeno simple de adaptación, que dura unos días, a un conjunto de síntomas más acusados que pueden extenderse hasta cuatro o seis semanas", sostiene este especialista.


"Las causas para que esto se dé en buena medida han aumentado. Las condiciones de trabajo, en general, son ahora peores: hay menos gente, menos vacaciones, peor sueldo, más inestabilidad, más exigencias por parte de la empresa...–", añade. "Sin embargo, la sensación de que se es un privilegiado en un momento donde el paro es masivo en España tiende a contrarrestar estos efectos. Por eso digo que el síndrome tiende a compensarse, porque uno piensa que es casi inmoral quejarse en una situación como la que vivimos", admite García Campayo.


¿Hasta qué punto, además, la incertidumbre actual puede ser otro factor de malestar? "Es algo a tener en cuenta, ya que uno no sabe si cuando vuelva a la empresa seguirá funcionando o si habrá una nueva reducción de empleo, etc. Esto hace que el estrés aumente", señala este psiquiatra. Por todo ello, las vacaciones son en estos momentos "más importantes que nunca", asegura Javier García Campayo.


"La crisis se encarga de tapar de alguna forma el síndrome, que aparece cada vez más vinculado al estrés laboral. Los que estamos en el trabajo estamos peor, hay un ambiente general de malestar, pero este síndrome en absoluto ha desaparecido y, de hecho, volverá con mucha más potencia, porque será más evidente. Ahora se considera algo menor porque estar trabajando es un lujo, pero está ahí", abunda García Campayo.


Por todo ello, y como regla general, este psiquiatra recomienda que los periodos de vacaciones "no sean excesivamente largos. Es mejor dividir los días de descanso en dos partes que estar fuera todo un mes", señala. Además, añade, conviene regresar a la normalidad de forma gradual, "no dejar la vuelta para el último día".


En el caso de las personas aquejadas de padecer 'burnout' en su actual trabajo, en una situación laboral límite o con grandes dosis de estrés laboral, García Campayo recomienda "buscar otros alicientes fuera del trabajo, potenciar distintos aspectos de su vida, porque en una situación como la actual cambiar de empleo se antoja casi un imposible".



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