Infravalorada historia

8 horas, 59 minutos y 57… 58… 59 segundos… Ya eran las 9 de la mañana del martes 24 de noviembre del año 2016, día normal en Aragón como cualquiera de los ya vividos. Los aragoneses se levantan sin flojera ni tiempo para especular sobre un nuevo día, las luces artificiales se encienden con total normalidad, sin colores que sorprendan ni oscuridad que abrume, tan solo formas monótonas que matan de aburrimiento. Es increíble que un lugar de tanta tradición aburra a sus propios habitantes, solo los foráneos se sorprenden de la grandeza del lugar que se ha forjado a través de su infravalorada historia.

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