​III Éxodo

Fue durante el éxodo del segundo milenio, vinieron en busca de la segunda tierra prometida, un lugar donde sentirse dignamente, digno es sin miedo. El futuro de la humanidad atravesó la atmósfera, y nuestros antepasados colonizaron un nuevo mundo fuera del planeta del Edén. Comenzaron a construir su sueño despierto sobre nuestro suelo rojo a 55 grados bajo cero, ayudados por dios, primer constructor del paraíso, trabajaron juntos con la alegría de saberse unidos, y llamaron a este lugar Aragón en recuerdo de su origen terrestre. Marte no es aquel dios de la guerra de la antigua mitología, es nuestro dios de paz, y un planeta de amor: si amas serás feliz, amarás si eres feliz. Su color rojo no representa sangre y dolor, sino corazón y amor, el sentido de nuestra vida sencilla. Los marcianos somos gente agradecida, no tememos a la muerte, solo nos importa el presente, ni poder ni riqueza, y la belleza que todo manifiesta. Habréis advertido nuestro progreso.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión