Por fin, había llegado el día con el que tantas veces había soñado. EL DIA DE SU JUBILACIÓN.

Corría el año 2004, y nuestro hombre, cumplía los 65 años, y con ellos cerraba una etapa de su vida, y empezaba otra cargada de proyectos, emociones e ilusiones cual adolescente que le regalan por primera vez una bicicleta.

En aquel momento, su ilusión era conseguir un huerto para convertirse en hortelano, es decir, producir sus propias verduras y hortalizas con sus manos. Planea un viaje a su pueblo natal Jarque de Moncayo, y por mediación de su hermano, visitan a un señor que desea desprenderse de un huerto precioso lindando con el río Aranda, y pronto llegan a un acuerdo. ¡Que bonito es comprar, cuando alguien quiere vender! Un fuerte apretón de manos, sella la transacción de compra-venta del huerto, que pasa a poder de nuestro hombre.

Los mejores cinco años de su vida, los pasa subiendo y bajando los fines de semana a su pueblo para ver crecer y admirar la grandiosidad de la naturaleza en su estado puro.