Luces y sombras de Aragón

Desde la oscuridad en la que me encuentro sumido puedo observar a los viandantes paseando por Independencia. Ellos, que sueñan con convertirse en alguien importante dentro de la sociedad, ¡oh inocentes e ignorantes!, no son conscientes de que su existencia no sería posible si no hubiera seres como yo.


¿Quién soy? Ni siquiera tengo palaras para describirme. ¿Dónde habito? En un lugar que muchos considerarían inhóspito mas es mi hogar. Vivo en una red de túneles subterráneos que conecta todos los edificios de Aragón.


Mi oficio es lo mundanamente llamado ‘guardián’ pero la misión encomendada por los Grandes consiste en equilibrar y mantener el Orden de las Cosas. No es un punto cualquiera situado en un planeta insignificante en una de las múltiples galaxias que conforman el universo. El Ebro y sus inmediaciones, incluyendo las tres provincias, fueron apodados la Fuente Sagrada de la Protección ya que este es el origen de mi raza, de aquellos dotados de inmortalidad, siempre en la sombra.


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