​Standum est chartae

Dicen que el tiempo hace el olvido, y después de tanto tiempo al final he acabado por olvidar que te había olvidado. Empiezo a recordar por qué rompiste todo aquello que nos prometimos a base de miradas, de pactar a besos que despertaría cada día a tu lado.


No encuentro la razón, porque nacimos en una tierra en la que los pactos se rigen por el principio 'standum est chartae', principio aragonés por el cual siempre se estará en juicio y fuera de él a la voluntad de sus otorgantes. Es algo así como el reflejo en la ley de la cabezonería propia de todo aragonés.


Después de todo, quizá todo sea mucho más sencillo, y aragoneses o no, hay pactos que se cumplen a causa de un principio más universal: el de ser capaz de quererte más que a nadie.