​Siente a Caesar Augusta

Solo dispongo de un sentimiento de añoranza sobre lo que fue y pudo ser mi amada Zaragoza. Desearía haberte conocido Octavio Augusto, desearía haber podido percibir lo que sentías hacia Caesar Augusta, impregnarme de tu amor por nuestra ciudad.


Dejaste tu huella pero fue devastada por la historia, historia que construyo lo que hoy en día es Zaragoza. ¡Despierta César!, ¡renace el teatro Romano! , ¡resurge las termas públicas!, naveguemos por el río Ebro y sobre todo ¡descubre Zaragoza!. Augusto, no apartes de ti la otra Zaragoza, visita el Palacio de la Aljafería, la catedral de San Salvador, pasea por nuestro puente de Piedra, admira la puerta del Carmen y sobre todo sé devoto a nuestra Señora del Pilar. Y cuando hayas sentido todo ello, entonces César, Zaragoza volverá a ser tuya.