Cierzo

Esta mañana, camino del trabajo, he visto que el viento arrastraba

varios árboles y vallas publicitarias. Ayer el hombre del tiempo dijo

que el cierzo soplaría fuerte hoy. No le he dado importancia. Cuando a

la hora de comer he visto pasar volando sobre el puente de piedra la

Torre del Agua, me he dado cuenta de que algo raro estaba pasando.

Después, flotando como plumas, han pasado la Aljafería y el Pignatelli.

Me he acordado de Labordeta y he pensado si no sería este el viento que

anunciaba en su Canto a la Libertad. Quizás sí lo sea, y mientras me

arrastra a mí, lejos, hacia el mar, no puedo evitar pensar que es bueno

que el cierzo se lo lleve todo y a todos. Que queden sólo las piedras,

los montes, los caminos. Y el río.


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