Aragón llanamente es una provincia, cortada por un gran río y compartiendo terreno con los Pirineos.

Muchas personas, sin embargo, han querido conocer los grandes misterios que acosan nuestra tierra, incógnitas desconocidas para casi todo el millón de habitantes. Yo soy una. He querido dar rienda suelta a mi imaginación y aquí está mi disparatada conclusión.

Esto se remonta a cuando nuestra tierra desprendía hostilidad y era tan solo un espacio yermo sobre el planeta, que existía por capricho de alguna energía. Una niña, de origen blanquecino, comenzó a tocar con su flauta una melodía, que dio lugar a cuatro fuerzas, que se entrelazaban perfectamente con las notas de la flauta. Pero lo perfecto se niega a ser eterno. Una fuerza se rebeló a la melodía, dando lugar a la confusión de las otras tres. Como resultado se obtuvo un río, el río Hibero, que pasaría a llamarse Ebro.

Cuando dicho río se desborda es porque esas fuerzas regresan a su lucha legendaria, que seguirá durando eones.

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