Tiempo presente

Zaragoza tiene algunos sitios mágicos como la plaza San Bruno. Allí un comprador experto puede adquirir tesoros a buen precio. Algo llamo mi atención en un puesto de libros antiguos, pese a darles el sol de lleno a todos había uno que estaba en una sombra perpetua, el libro se llamaba 'Tiempo presente', no tenía autor ni fecha de edición. Lo compre, fui a casa y comencé a leer. Ese mismo domingo, media hora después acudí al mismo puesto a vender el libro. El tendero se sorprendió ya que acaba de vender ese libro a un chico joven, y poco después un hombre de cerca ochenta años quería venderle el mismo. El tendero comprobó una marca que hace en la última página a todos los libros que vende y vio que era el mismo. ¿Quién es usted? me pregunto; soy el chico al que vendió el libro, llevo 50 años viviendo aventuras en tiempos lejanos, he conocido el foro, vi nacer la Basílica y luche contra los franceses. Las aventuras que he vivido han hecho que me pierda la mayor de todas, mi propia vida.


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