La pesca
Montalbán (Teruel)
Una tarde de finales de verano de 1.970.
Tres del pueblo y un agostero de Barcelona.
Trece años cada uno.
Hoy pesca de barbos a caña.
En el huerto las lombrices y en el río las varas de sarguera.
Tenemos un carrete de sedal.
Los corchos, anzuelos y plomos en El Aquilino, tiene de todo como El Corte Inglés.
Seis kilómetros en bici hasta el pozo de Los Boyetes.
Echar las cañas y esperar.
Chapiar, concurso de tirador y escarzar un nido.
El veraneante no dejaba de regañarnos. <>
Moras, gayubas y un manojo de té de roca para llevar.
El veraneante ha sacado un pequeño barbo.
Dos Peninsulares a compartir con historias picantes.
El veraneante ha sacado otro barbo.
Apedrear una culebra de agua río abajo y encorrer un ardacho que tomaba el sol en una ladera.
Se hace tarde y hay que volver al pueblo.
Nos ponemos en porreta y de capucete al pozo buceando bajo de las rocas.
Diez minutos más tarde hemos cogido siete barbos enormes.
El veraneante nos mira alucinado, ¡y es que todavía no se ha enterado de que va esto!
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