Hoy me marcho a Zaragoza

“Me llamo Bizén, soy del Pirineo. Hoy me marcho a Zaragoza cumpliendo así el deseo de mi padre que decía: “Hijo, márchate de aquí volando, como lo haría un águila, no como lo hacen las ratas cuando abandonan el barco”.


Por las noches desde el risco, miro al cielo e imagino, que la estrella que más brilla es mi padre que puntual viene a observarme y comprobar si ya soy un águila.


Hoy ha llegado el día, echaré de menos el olor dulce que desprende mi madre por las mañanas, el río lleno de truchas, la nieve eterna del pico, el pan caliente del horno, las fiestas y mis amigos, que se quedan con la esperanza de no convertirse en ratas. Mi padre viene conmigo.


¡Qué triste se quedó el Valle! El sol se escondió entre nubes para no decirme adiós, un color gris cubrió todo y una lágrima brotó de mi corazón”.


Hoy el periódico cuenta que un ladrón mató a Bizén.


Esta noche en el risco, un águila buscará un lucero por última vez y se marchará volando lejos para no volver.