El efecto droste

Leí aquel artículo en el Heraldo. Uhm! parecía interesante, escribir un relato corto para celebrar el día de Aragón.


Por supuesto, decidí participar y me senté en una silla para forjar mi presentación en sociedad (literaria). No se me ocurría nada, así que acerqué una libreta y un bolígrafo por si alentaban mi inspiración y de repente…


En la página de cultura del periódico había un llamamiento a la fantasía que sugería premiar el mejor relato breve para conmemorar el día del Libro.


¿Por qué no? Pensé. Así que, con mi pequeño portátil delante llamando a mis musas, empecé a cavilar, pero mi mente estaba en blanco. Súbitamente…


Abrí la prensa para ponerme al día de las noticias, cuando vi una propuesta que merecía ser tomada en consideración. San Jorge tendría un acto cultural más: un concurso de narraciones breves.


Me recosté en mi butaca favorita con mi pluma y mi block esperando que la imaginación llamara mi puerta y de pronto…


¡Esta es mi pequeña contribución a la cultura!