La plaza del Pilar está llena de bichos

Sputmich iba a ver los patos, pero la plaza llena de humanos es mejor. Cuando levantas una piedra, los bichos corren sin rumbo.


Niños marineros y niñas que dan pena con sus medias de mujer. Un rebaño muy ordenado de turistas orientales. Un borracho con mochila. Una boda de colores y otra boda y otra más y ya van tres. Un rebaño de monjitas y una piara de novicios. Jubilados peregrinos liquidando la pensión. Los que piden por los bares. Niños persiguen palomas y palomas persiguen niños. La pareja de turistas con dos niñas y sus ray-ban. Gitanas con romero y payas con monedero. Tres señoras engarzadas, una dama muy pintada con el cuello de guitarra y dos hombres discutiendo cada vez que dan dos pasos. Dos guardias municipales y las sombras de las nubes que están haciendo carreras.


Así pasa la tarde Sputmich. Cuando la plaza quede vacía, unos tipos con manguera borrarán todas las huellas.