Mi nombre es Javier y estoy muerto

Estoy en el cementerio de Torrero,pero no de visita,estoy muerto.


Noté un mareo y caí sin vida en mi despacho,vi como el doctor daba la noticia a mi mujer,“derrame cerebral producido por estrés”


Ahora me doy cuenta de tantas cosas!dedicaba mi vida entera al trabajo,hacía horas extras,trabajaba en vacaciones ,en cambio cuando ahora veo a mi empresa y antiguos compañeros,noto que otro ha ocupado mi puesto,nadie parece llorar mi ausencia y todos siguen con su vida.


Sin embargo,cuando veo a mi familia,a los que menos horas y atenciones les presté, veo a mi mujer caída en una profunda depresión,dependiente de antidepresivos,a mi hijo de 12 años tratado con psicólogos,incapaz de comunicarse con otros niños y a mi hijo de 4 años preguntando cuando regresará su papá,es cuando me doy cuenta que tonto fui,dedicando mi vida y acciones a las personas equivocadas y dejando de lado a las más importantes,a aquellos que ahora lloran mi muerte.


Yo ya estoy muerto y no puedo rectificar,pero tú ¿qué harás?


Haz clic para leer los relatos del concurso de Heraldo 2014.