Moebius

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Gerardo Senante es recto como los álamos, riguroso en sus maneras y puntual sin excepciones.


Carente de otras cualidades frecuenta la soledad pues aunque tiene sus encantos nadie acertó nunca a descubrirlos.


Instalado en la medianía, ocupa una plaza de funcionario municipal. Desde su oficina ve pasar el Ebro mientras farfulla delirios sobre pergaminos polacos y magias escondidas en bodegas.


A Gerardo le fascinan las historias secretas, las matemáticas y, como concesión a su hombría, los comics para adultos.

Aquella mañana al acudir a su trabajo fue incapaz de cruzar el puente de piedra: según lo terminaba se encontró al principio del puente de hierro, luego en el de Santiago… y así hasta el infinito.


Al fin, agotado, se derrumbó sobre la acera gimoteando: “Somos como hormigas en la cinta de Moebius”.

Una vecina le reconoció y avisó a urgencias:

Pobrecico, con tanta lectura se le han vuelto los sesos gaseosa.

¿Qué le pasa?

Nada especial, parece una crisis de ansiedad.

Pues venga, vámonos “pa´l hospital”.


Desde entonces una ambulancia ululante circula eterna por los puentes del Ebro; incluso hay

quien asegura que sus ocupantes esgrimen una mueca de terror.


Ignacio Fajardo Portera