El escenario Denominación de Origen de la Plaza San Bruno de Zaragoza acogerá una sesión de bailes de bureo de Teruel y Castellón a partir de las 21.00.

Participarán la rondalla y los bailadores de Puertomingalvo (Teruel), la rondalla y los bailadores de Culla (Castellón), la rondalla y los bailadores de Villafranca y Mosqueruela (Castellón y Teruel) y la rondalla de San Juan (Castellón).

Las piezas que se interpretarán son el baile de jota en rolde, de Puertomingalvo, el baile de tres, de la misma localidad, jota i fandango, La carraspera y el ball de sis, de Culla, el baile de jota en rolde, en fila y de cuatro, de Mosqueruela, el ball de quatre, el canut y la jota de Villafranca del Cid. También las seguidillas, la jota y el fandango de Zucaina-Ludiente y el baile de cuatro de las mismas localidades.

Han organizado el baile Carolina Ibor, de Zaragoza, Marta Valls y Antonio Navarro del Grupo Ramell de Castellón y Zaragoza Cultural. Colaboran el Rolde de Estudios Aragoneses y la Caja Rural de Teruel.

Será una muestra de antiguos bailes al son de una rondalla interpretados por gentes de mediana y avanzada edad, herederos de una tradición radicada en la zona limítrofe de ambas provincias.

El escenario 'Denominación de Origen' acogerá por vez primera a cuatro grupos de veteranos músicos y bailadores venidos de aquellas tierras, el último rincón de Aragón y Valencia donde se ha conservado vivo el baile de la jota aprendido a través de la tradición.

Los bureos son las reuniones festivas de vecinos en las que la velada se entretenía con bailes, juegos y representaciones teatrales. En particular reciben esa denominación las que tenían lugar en las masías.

En este contexto se ha conservado hasta nuestros días un rico patrimonio musical en torno al baile de la jota y géneros afines, con antiguos estilos en la rondalla, canto y baile que forman una comunidad cultural en estas comarcas vecinas.

Se trata de una actuación un tanto especial porque los intérpretes no constituyen un ballet folklórico. Son gentes bien entradas en años, mantenedores de un repertorio que carece de relevo generacional. Mostrarán algunos de los bailes que aprendieron de sus mayores tal como los siguen interpretando en la actualidad en sus periódicas reuniones o bureos.