Los relojes que mueven el cuerpo

Si se cambian los ritmos biológicos se desequilibran, de manera que puede afectar a la salud tanto física como psicológicamente.

Trabajadores
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El organismo se rige por ciclos de 24 horas, que regulan la actividad cerebral, la respiración y la temperatura, entre otras funciones. La mayoría de estos ciclos son más activos durante el día que durante la noche.


Si se cambian, estos ritmos se desequilibran, de manera que puede afectar a la salud tanto física como psicológicamente. Sobre todo, cuando estos turnos exigen dormir por el día. Y es que el sueño nocturno es el que se considera reparador y su falta puede ir asociada a estados de cansancio y de fatiga.


Ir en contra de los ritmos biológicos modifica la secreción hormonal. Así, cuando la noche se acerca, aumentan los niveles de melatonina, que se encarga de relajar las funciones vitales. Antes de despertar, se libera cortisol, que prepara para el nuevo día subiendo la tensión arterial. Otros factores, como la luz natural o los ciclos de las comidas, también influyen en el ritmo biológico.


Además de sufrir alteraciones del sueño, entre las cuales, el insomnio y la somnolencia diurna son las más comunes, se pueden manifestar problemas cardiovasculares, provocados por una mala circulación, digestivos, derivados del cambio en los hábitos alimentarios, o nerviosos, asociados a estrés o irritabilidad. Así se concluyó en un estudio sobre los trabajadores a turno aragoneses llevado a cabo por la Unidad de Sueño de la Mutua de Accidentes de Zaragoza (MAZ) hace unos años y que contó con el patrocinio de la firma Pikolin.


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