Dormir para coger fuerzas

Desde el Instituto de Investigaciones del Sueño, se señala que dormimos para poder estar despiertos por el día y que, precisamente porque estamos activos durante el día, necesitamos dormir

Dormir
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Es evidente que el descanso es fundamental para recuperar el organismo y constituye uno de los pilares del bienestar, junto con el ejercicio y la nutrición. Según estudios especializados, parece ser que la función del sueño no REM, que ocupa en torno a un 80% del descanso total, estaría relacionada con la reparación de los tejidos corporales y con la conservación y la recuperación de la energía. Mientras que durante el sueño REM, que supone un 20%, predominarían los procesos de reparación cerebral, es decir, la reorganización neuronal, la consolidación y el almacenamiento de los recuerdos relevantes y la eliminación y el olvido de los que no lo son.


De este modo, podría decirse que cuando un organismo está aprendiendo algo, aumenta durante su sueño la fase REM. Así ocurre en los niños, que tienen más sueño REM que los adultos y los ancianos. Por otro lado, cuando se está sometido a un fuerte desgaste físico aumenta la fase no REM, lo que sucede al practicar ejercicio.


Otra de las funciones más importantes del sueño es su contribución a la regulación de la temperatura corporal. Así, el sueño actúa como una especie de termostato que organiza la temperatura de los diferentes procesos del organismo, como los metabólicos y los hormonales, entre otros.


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