Mucho se ha escrito durante los últimos meses sobre 'The Artist'. Sobre su condición de homenaje al cine mudo, sobre su uso (más que discutible) de los elementos esenciales de la narración y también a propósito de su estatus de obra casi de culto para todos los que aman el Séptimo Arte. En este punto, los elogios se han disparado de forma injustificada, más cuando tiene tan cerca la magnífica 'La invención de Hugo', de Martin Scorsese, que en ese apartado le saca los colores. Pero lo que está claro es que el éxito popular de la película de Michel Hazanavicius ha logrado que la Academia de Hollywood supere esa ceguera que le impide ver la importancia (y la vigencia) de la comedia.

En tiempos de crisis, dicen algunos, el público demanda filmes de terror, para que las desgracias y, sobre todo, el sufrimiento ajeno le impidan acordarse de lo que tiene a su alrededor. Pero, en realidad, el espectador se conforma con unas carcajadas o, simplemente, con una sonrisa. Eso que se ha denominado el poder terapéutico de la comedia. Ha sido así tradicionalmente, y las taquillas así lo han confirmado. Pero Hollywood se parece a ese monasterio que retrató Umberto Eco en 'El nombre de la rosa', donde cada monje que sucumbía a la tentación de la risa (aunque fuera aristotélica) firmaba su pasaporte inmediato al infierno. La risa tiene castigo.

Echando la vista atrás, habría que remontarse hasta la edición de 1977 para descubrir una comedia con premio. Fue 'Annie Hall', de Woody Allen, que curiosamente ha conseguido posicionarse entre las películas finalistas este año con 'Midnight in Paris'. El círculo se cierra y el director neoyorquino se ha vuelto a granjear el crédito de los académicos con una comedia romántica, cuando no lo consiguió con sus obras más profundas, pero también menos asequibles... El poder seductor de la risa vuelve a cotizar al alza. Incluso la carcajada, gracias a 'La boda de mi mejor amiga'.

Judd Appatow, productor del film, ha colado una bomba de relojería cómica en dos categorías. En la de actriz secundaria, con Melissa McCarthy, y en la de guión, que firman Annie Mumolo y Kristen Wiig. La presencia de ésta última, protagonista y guionista del film, tiene mucho de simbólico, ya que proviene de la prolífica cantera de 'Saturday Night Live', una fuente donde el humor irreverente y sin concesiones brota a borbotones, como se puede comprobar también en el film. A lo que hay que sumar que el director de la película se ha hecho cargo de capítulos de 'The Office' o 'Bored to Death'.

En cuanto a actores, ahí están Michelle Williams, que ya ganó el Globo de Oro por 'Mi semana con Marilyn' o Christopher Plummer, que borda su papel en 'Principiantes', una película que, con trasfondo de drama, también sabe sacar partido a la comedia como elemento amortiguador. Pero la categoría que parece este año rendida al género es la de la mejor película de animación. Frente a 'Chico y Rita' estarán 'Kung Fu Panda 2', 'Rango' o 'El gato con botas'. Más comedias sueltas... ¡peligro de carcajada!