Esquiar en el valle del Aragón

Candanchú y Astún pueden presumir de ser dos estaciones ubicadas en un entorno envidiable.

Imagen general de la estación de esquí de Candanchú, en la que se ven los efectos de las nevadas que han caído en los últimos días.
Imagen general de la estación de esquí de Candanchú, en la que se ven los efectos de las nevadas que han caído en los últimos días.
Candanchú

Sus puertos, picos, senderos, lagos y parajes naturales convierten al valle del Aragón en un entorno único y envidiable. Situado en la comarca de la Jacetania, toma su nombre del río Aragón, que lo vertebra de norte a sur y nace casi en la frontera con Francia, en los ibones de Truchas y Escalar. Forma también parte de la vía tolosana del Camino de Santiago, cuyo máximo exponente es la catedral de Jaca, además de contar con numerosas iglesias y ermitas románicas.

Pero, por encima de todo, en el valle destacan las estaciones de esquí de Candanchú y Astún, dos centros invernales situados en los municipios de Aísa y Jaca, respectivamente, y que llevan décadas siendo lugar de peregrinaje ineludible para cientos de miles de apasionados de este deporte. Una costumbre que repercute notablemente en la zona, pues los visitantes, además de hacer uso de ambas instalaciones, consumen en las poblaciones de su alrededor, proporcionando importantes beneficios en las empresas que allí se ubican. La apuesta por un turismo de calidad marca la oferta de las entidades del sector que trabajan en el valle, lo que ayuda a combatir la despoblación, latente tanto en municipios de la zona como en el resto de la Comunidad.

Un total de 100 kilómetros de nieve en 101 pistas por las que poder deslizarse, además de 14 itinerarios y 40 remontes con una capacidad de transporte de 46.000 personas por hora son los datos globales más destacados del esquí en el valle, lo que lo convierte en un destino único de referencia en el sector. Con la posibilidad de practicar ‘snowboard’, esquí de fondo o biathlón, las pistas presentan una diversidad de niveles que hace de los emplazamientos unos lugares perfectos tanto para expertos en la disciplina (que pueden probarse en descensos de hasta un 50% de desnivel), como para amateurs e incluso esquiadores completamente novatos que inicien su aprendizaje.

En Candanchú, las pistas se agrupan en cuatro áreas bien diferenciadas. Para los esquiadores con mayor nivel, destaca el área de Tobazo, alrededor de la cual se reparten las pistas de gran tradición, como Aludes, Navarros, Tobazo o Carabineros. A unos metros de distancia se halla la zona de Rinconada-Tortiellas, idónea para los esquiadores de nivel medio, con pistas claves como Rinconada y Pista Fácil. En la zona superior se encuentra el área de Tuca Blanca, la más elevada; mientras que en la parte inferior está ubicada la zona de Pista Grande, el lugar más apropiado para los debutantes, esquiadores y ‘snowboarders’ que buscan pendientes en las que progresar con seguridad.

Astún cuenta, actualmente, con medio centenar de pistas, una amplia oferta para todos los niveles de dificultad. Los más expertos tienen disponibles 6 pistas negras, 21 rojas y 18 azules, y los que deseen iniciarse en esta disciplina podrán hacerlo en cualquiera de sus cinco pistas verdes.

Dada la afluencia que genera el esquí en el área, los autobuses que los responsables de las instalaciones ponen a disposición de los usuarios juegan un papel clave. En el caso de Candanchú, junto al Ayuntamiento de Aísa se disponen unos vehículos que recogen pasajeros principalmente de las urbanizaciones y alojamientos del entorno hasta conducirlos a las taquillas del centro. Un servicio gratuito que durante la temporada funcionará de manera ininterrumpida de 8.30 a 17.15. Por su parte, Astún dispone de un autobús para desplazarse desde Jaca.

-Ir al especial 'Nieve en Aragón'