Dos mundos en uno

Renault presenta un vehículo con doble funcionalidad. El fabricante francés es consciente de que, hoy en día, la vida personal y la laboral están íntimamente ligadas. Por este motivo, el conductor tiene que saltar continuamente de un mundo a otro. Para esto se ha diseñado el Frendzy, para facilitar esta tarea. Como dice Axel Breun, director de Diseño Concept y Show Cars, «Frendzy es una magnífica herramienta que refleja una fuerte tendencia: la necesidad de ser flexible y polivalente. Eficaz y moderno para el trabajo; deportista y acogedor para la familia».

Una puerta ‘clásica’ y otra lateral deslizante, que integra una gran pantalla de 37 pulgadas, se abren hacia el lado del pasajero, sin pilar medio: es el mundo del trabajo. Tampoco hay columna central en el lado del conductor, sino dos puertas acristaladas antagónicas: es el mundo de la familia. En ambos universos están garantizadas la facilidad de carga y de acceso al vehículo.

Como indica Deyan Denkov, diseñador exterior, «idear una carrocería asimétrica era el medio más lógico de expresar el doble uso del vehículo. Desde el principio, quise apartarme del diseño tradicional de los vehículos comerciales y mostrar de ese modo que estos pueden ser más atractivos, dinámicos y sugerentes. Me inspiré en fuentes diversas, tales como aviones con formas poco habituales, como el Airbus Beluga y el Antonov 224».

Entre semana, es un vehículo adaptado a las necesidades de los profesionales, con una gran pantalla exterior que puede difundir mensajes de información útiles («estoy realizando una entrega, vuelvo en 5 minutos...», modo o nivel de carga eléctrica, etc.); o publicitarios, con el vehículo parado o circulando.

Los fines de semana, el coche se transforma en vehículo familiar, con un cómodo asiento para el pasajero y una gran banqueta en la parte trasera. Los niños pueden ver una película o jugar con la tableta táctil que sale del respaldo del conductor. También pueden dibujar en una ‘pizarra’ integrada en la puerta deslizante.

De este modo, el conductor adapta el vehículo a sus necesidades: en modo trabajo, los retrovisores son verticales y la iluminación interior verde; en modo familia, los espejos giran a posición horizontal y el ambiente luminoso interior se viste de naranja. Desde el exterior, las notas de color de las luces delanteras y traseras recuerdan la utilización.

Por dentro

El lado del conductor, con su ‘cockpit’, está ideado como un banco de trabajo futurista compuesto de metal líquido. Haciendo referencia al color exterior del vehículo, unas luces verdes emergen del salpicadero para darle vida a esta arquitectura orgánica y lisa. En modo familia, la atmósfera es más cálida: como un guiño al anterior ‘concept-car’ R-Space, los tonos son suaves ya que las luces verdes se tornan naranja. Priman la idea de ‘cabaña’ y la sencillez del campin, con lo que la madera cobra un protagonismo evidente. Símbolo de calidez, sostenibilidad y atemporalidad, este elemento establece el vínculo entre los dos modos. Los asientos de cuero trenzado y los accesorios portátiles son otras tantas referencias al campin.

Según Antoine Génin, director de Diseño Interior, Colores y Materiales, «las investigaciones se han centrado en el contraste entre el ámbito técnico industrial y la suavidad del seno familiar. Esta mezcla moderna de madera y metal se hace así eco de la estrategia de diseño de Renault: sencillez, sensualidad y calidez».

Desde un punto de vista práctico, el material flexible del techo se adapta a la forma de los objetos. Unos imanes en el suelo permiten fijar la carga y los sistemas modulables, para mantener el orden, simplifican la vida. La banqueta trasera es monobloque y se integra en el suelo. El asiento del pasajero bascula hacia adelante para liberar espacio. La modularidad del Frendzy lo convierte en un vehículo perfectamente adaptado a las actividades profesionales del autónomo.