RENAULT ENERGY

Derivado de la Fórmula 1

Renault traslada los conocimientos adquiridos a lo largo de los años en la competición para que los disfruten todos sus clientes. En esta ocasión, un motor diésel de reducidas emisiones y buena respuesta.

Renault ha aprovechado su experiencia en competición para crear un nuevo motor Energy.
Derivado de la Fórmula 1

Muchas veces se habrán preguntado para qué sirve la cantidad ingente de dinero que los fabricantes de motores gastan en la Fórmula 1. Una gran parte supone imagen de marca, además del consiguiente aumento de las ventas de automóviles, que al final es su razón de ser. Pero también aprovechan esta tecnología punta en el diseño y construcción de elementos técnicos para sus coches de calle. En el caso de Renault, han aprovechado la experiencia en competición para crear un nuevo motor Energy 1.6 DCI de 130 cv, basado en una arquitectura que deriva directamente de la F1. Unos 160 ingenieros han participado en su desarrollo.


Este propulsor ha sido desarrollado partiendo de una hoja en blanco. Y es que Renault, como el resto de constructores, buscan cada vez motores más eficientes, puesto que la Comunidad Europea impondrá, por norma y para 2020, unas emisiones máximas de CO2 de tan solo 99 gramos por kilómetro. Para llegar a ese objetivo, la marca francesa va paso a paso: en 2013 espera alcanzar un máximo de 120 gramos; y en 2016, menos de 100.


De esa forma, alcanzarán esa meta antes de tiempo y para lograrlo será, en gran parte, gracias al vehículo eléctrico que da cero emisiones. En los motores de combustión están trabajando sobre los de gasolina y también los diésel con la tecnología Energy. En estos últimos, la reducción de CO2 es de 30 a 40 gramos por kilómetro, comparado con el motor al que sustituyen.


El primero de la gama Energy es el DCI 130. Es, además, el diésel 1.6 más eficaz del mercado. Ofrece 130 cv de potencia a 4.000 rpm con un excelente par de 320 Nm desde las 1.750 rpm. Además, el 80% del par está disponible desde las 1.500 rpm, lo que beneficia la aceleración del vehículo.


En el momento de su lanzamiento, solo equipa al Scenic y Grand Scenic; más tarde, al Mégane. En los primeros alcanza una cifra de consumo mixto de solo 4,4 litros a los 100 kilómetros y unas emisiones de CO2 de 115 gramos por kilómetro. Este propulsor sustituye al 1.9 DCI y cuenta con 300 kilómetros más de autonomía. Ha disminuido también su coste, al llevar un filtro de partículas que no se sustituye y una cadena de distribución en lugar de correa. Gracias a este motor, el Scenic puede presumir de ser el monovolumen compacto que emite menos CO2 en su categoría.


Las buenas prestaciones del Energy 1.6 DCI 130 se obtienen gracias a innovaciones tecnológicas que permiten ganar 30 gramos en emisiones de CO2 y un litro de consumo en ciclo mixto, comparado con el 1,9 DCI de 130 cv. Se ha disminuido la cilindrada del motor y se pasa de 8 a 12 válvulas. También lleva el sistema Stop & Start, que HERALDO ha podido probar y que es cómodo en tráfico urbano. Si el motor está parado, porque el conductor se encuentra en un semáforo o en un atasco, arranca al instante en cuanto el pie izquierdo roza el embrague, lo que lo diferencia de otros vehículos. Fue una decisión de la marca para privilegiar el confort de los ocupantes y ahí se ganan unos 6 gramos de CO2. Entre otras innovaciones, la válvula EGR de baja presión, una regulación de la temperatura del motor y una bomba de aceite de cilindrada variable.