El volumen de reparaciones sigue cayendo

La creciente antigüedad del parque, el desplome de las matriculaciones y el auge de los talleres ilegales son algunas de las razones.

Los vehículos más viejos son los que menos visitan el taller, en contra de lo que pueda pensarse.
Los vehículos más viejos son los que menos visitan el taller, en contra de lo que pueda pensarse

El volumen de reparaciones de coches en Aragón descendió un 10,5% en 2013, lo que supone una caída más acentuada que la registrada en el conjunto del país, donde bajaron un 7,8%, según los datos hechos públicos por la consultora experta en siniestros Audatex con motivo de la Jornada Anual de la Automoción de Zaragoza, organizada por la Asociación de Talleres de Reparación de Vehículos de la capital aragonesa.


La creciente antigüedad del parque, el desplome de las matriculaciones y el auge de los talleres ilegales, entre otras razones, también contribuyeron a una caída de la facturación de la posventa del 6,9% en el último año en la comunidad, situándose el volumen de ingresos en 111,3 millones de euros.


Sin embargo, el estudio (realizado a partir del análisis de más de 4,2 millones de valoraciones de siniestros) constata que la caída de las reparaciones se suavizó, respecto a 2012, cuando bajaron un 11,9%; y se prevé que este año se contenga todavía más el ajuste, con un retroceso del 7,2%.


No obstante, el comportamiento no fue el mismo en todas las provincias aragonesas. Así, Huesca fue la única que registró una evolución positiva en el número de reparaciones y de facturación, con incrementos del 7,9% y el 8,6%, respectivamente. También los ingresos por recambios mejoraron un 8,6%.


En el lado opuesto, la provincia de Zaragoza, donde el volumen de reparaciones registró la caída más acusada de la comunidad, con un descenso del 13,9%, situación que también se repitió con la facturación de los talleres, que bajó un 16,2%. Por su parte, en Teruel, el sector de posventa tuvo un 14,3% menos de carga de trabajo y un ajuste del 9,4% en los ingresos.Menos visitas al taller

En línea con estos datos, no sorprende que la contribución de la actividad de taller a la rentabilidad de los concesionarios bajara casi dos puntos, si se compara con el año anterior, representando solo un 15% del total. El área de recambios, por su parte, aportó el 43% del resultado, frente al 40% de un año antes, según datos de Ganvam.

El informe de Audatex atribuye esta caída de la actividad reparadora a múltiples causas e indicadores, entre los que destaca el desplome de las ventas. Desde que estalló la crisis han dejado de entrar al mercado aragonés una media de 22.000 vehículos anuales, dado el ritmo de matriculaciones que había en 2007, lo que ha acelerado la antigüedad del parque automovilístico.


En este sentido, la consultora experta en siniestros recuerda que son precisamente los vehículos más jóvenes los que dejan más ingresos a los talleres, debido a que cuentan con sistemas electrónicos y de seguridad más sofisticados, pero también a que son los que más kilómetros recorren. Un automóvil de entre uno y dos años hace una media de 22.900 kilómetros, rodaje que va descendiendo a medida que el coche ‘se hace mayor’.


De hecho, Audatex señala que, en contra de lo que pudiera pensarse, los vehículos más viejos son los que menos visitan el taller y menos beneficios dejan, ya que por lo general su valor venal no compensa el precio de la reparación, contando con coberturas de seguro menores que las de los coches más jóvenes, cuyas reparaciones acaban limitándose a las meramente imprescindibles.


Asimismo, ese envejecimiento del parque es también culpable del desvío de una cuarta parte de las reparaciones que se realizan en el mercado hacia los talleres ilegales en los que la calidad no importa y solo manda el factor precio para conseguir que la reparación no supere el valor venal del vehículo y, en definitiva, compense su paso por el taller.


Según el responsable de Ventas, Fabricantes y Asociaciones de Audatex, José Luis Gata, "para contrarrestar el descenso de la carga de trabajo y la menor afluencia de conductores, los talleres aragoneses deberán mejorar su competitividad siendo más eficientes, lo que les permitirá optimizar sus costes y, así, ofrecer a sus clientes mejores ofertas, teniendo siempre presente que los consumidores se mueven por precio y que la crisis ha agudizado este comportamiento".


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