Opel completa su gama SUV con el Grandland X

Opel amplía su gama X con el modelo más grande de la familia, el Grandland X, que se suma al Mokka X y al Crossland X, ambos producidos en la planta de Figueruelas.

Opel Grandland X
Opel Grandland X
Opel

Con 4,477 metros de largo, 1,844 de ancho y 1,636 de alto, el Opel Grandland X es un ‘crossover’ grande, moderno y robusto con una silueta de aspecto todoterreno. Ofrece una posición de los asientos elevada que le da al conductor buena visibilidad y permite un acceso cómodo, una importante variedad de elementos de tecnología avanzada y un amplio espacio interior para llevar a cinco pasajeros.

El maletero, con un volumen de carga de entre 514 y un máximo de 1.652 litros, ofrece un generoso espacio para equipaje. Tiene una doble altura de carga y portón trasero de accionamiento sin manos, simplemente con un movimiento del pie en la parte inferior, además de cierre eléctrico.

Con el nuevo modelo, Opel completa su gama de vehículos SUV (Sport Utility Vehicle) tras la remodelación del Mokka X y la reciente presentación del Crossland X, ambos unos 20 centímetros de longitud más cortos y los dos, también, fabricados en la factoría de Zaragoza. El nuevo SUV de Opel utiliza ya una plataforma de PSA Peugeot Citroën y comparte muchas similitudes con el Peugeot 3008, además de centro de producción, la planta del grupo francés en Sochaux, donde también se hacen el Peugeot 308 o el DS5.

Con un amplio equipamiento y tecnología a bordo, el nuevo modelo llegará al mercado en otoño como el tercer miembro de la familia X de Opel, tras ser presentado en el próximo Salón del Automóvil de Frankfurt a principios de septiembre.

Entre las novedades tecnológicas, por ejemplo, destaca el sistema Grip Control, opcional que, según Opel, garantiza una tracción superior en diversas situaciones. El conductor tiene la posibilidad de elegir entre cinco modos de conducción. El sistema adapta entonces la distribución del par a las ruedas delanteras, permite el patinamiento de la rueda si es necesario, y con la transmisión automática ajusta los puntos de cambio así como la respuesta del acelerador.

Cuenta, también, con elementos como el control de crucero adaptativo con detección de peatones y frenado automático de emergencia, alerta de somnolencia, asistente de aparcamiento y cámara de visión 360 grados. Los asientos ergonómicos, el volante calefactable, la calefacción de los asientos delanteros y traseros o el portón trasero, que se abre con un simple movimiento del pie, garantizan una buena dosis de confort.

La oferta mecánica comprende un motor de gasolina 1.2 Turbo de 130 CV y un diésel de 120 CV. La gama de propulsores se ampliará en 2018 y, de momento, no tendrá la posibilidad de la tracción 4x4.

Mientras tanto, los acabados son los Selective y Excellence, pudiendo escoger este último con una transmisión automática en combinación con el motor diésel. Los precios recomendados por el fabricante sin incluir descuentos son los siguientes: 1.2 Turbo 130 CV Selective, 25.100 euros; 1.6 CDTi 120 CV Selective, 26.800; 1.2 Turbo 130 CV Excellence, 27.400; 1.6 CDTi 120 CV Selective, 29.100. El diésel 1.6 CDTi 120 CV Selective con cambio automático cuesta 30.700 euros. Aunque las primeras unidades llegarán en octubre al mercado español, Opel ya acepta encargos a través de sus concesionarios.

El Grandland X llega a un segmento muy competido que se ha multiplicado por cinco desde 2010 y ha crecido un 26% en el último año y en el que tendrá como competencia a coches como el Renault Kadjar o el Nissan Qashqai, entre otros.

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