El viernes cruzó de Tarifa a Tánger, el sábado llegó a Fes y hoy la meta se sitúa en Midelt, al pie del alto Atlas. La caravana solidaria 'El desierto de los niños' ya tiene en marcha su 13ª edición, que se desarrollará hasta el 15 de abril. La propuesta conjuga turismo, aventura y labor social, y entre sus empresas colaboradoras se encuentra Hyundai, que aprovecha las duras condiciones del desierto para examinar sus módelos.

Este año, en el que toman parte 62 vehículos, se estrena el ‘crossover’ i20 Active. Tampoco faltarán varias unidades del Grand Santa Fe, el Santa Fe y el Tucson, además de una furgoneta H1. Todas van equipadas con neumáticos mixtos del también fabricante coreano Kumho, más adecuados que los originales para sortear las dunas y transitar por las pistas pedregosas y los caminos marcados por el ‘fesh-fesh’, un polvo que se mantiene suspendido en el aire.

"Apoyar esta aventura solidaria desde sus inicios demuestra el compromiso que tenemos en Hyundai por devolver a la sociedad lo que ésta nos ha dado en todos estos años", asegura Leopoldo Satrústegui, director general de la firma asiática, quien añade que "sirve también como banco de pruebas para demostrar la capacidad de nuestros vehículos en terrenos complicados".

Entre las acciones solidarias de 'El desierto de los niños', en el que los participantes son familias con menores de entre cinco y catorce años, figuran las revisiones oftalmológicas a cargo de la Fundación Alain Afflelou y el proyecto 'Los cuadernos de Manolo' para el reparto de libretas y bolígrafos. Además Kumho donará 2.000 bandas reflectantes a niños que andan por las carreteras para ir al colegio y se conocerán tres poblaciones en las que se va a comenzar la construcción de guarderías.

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