El Stock Car ofertará más de 1.500 vehículos en la Feria de Zaragoza
El salón del automóvil de ocasión abrirá sus puertas del 19 al 22 de mayo con 55 expositores.
La Feria de Zaragoza volverá a convertirse esta semana en un gigantesco concesionario en el que quedarán expuestos más de 1.500 automóviles de todo tipo, desde utilitarios hasta vehículos de lujo o de gran cilindrada. El Stock Car vivirá entre este jueves y el domingo su octava edición, en la que se espera continuar con el crecimiento de años anteriores. No en vano, en este salón del vehículo de ocasión van a tomar parte 55 expositores, que ocuparán más de 30.000 metros cuadrados, lo que garantiza la presencia de las principales marcas. Solo en su última edición se calcula que recibió más de 30.000 visitantes y que se vendieron más de 500 unidades, prácticamente la mitad de los que se ofertaban.
Tres tipos de automóviles se pueden encontrar en la Feria: los de segunda mano propiamente dicho, además de los calificados como de km 0 y seminuevos. De estos, los primeros son aquellos matriculados por el concesionario, pero que no han sido estrenados, y los segundos, los que no cuentan con más de cinco años.
Dado la gran cantidad de vehículos presentes, la horquilla de precios es grande, aunque en ediciones anteriores se pudieron realizar adquisiciones por menos de 2.000 euros. Además, los concesionarios aprovechan para realizar ofertas y promociones.
En marcha desde 2009
El Stock Car nació en 2009 como un intento de dar salida a la gran cantidad de vehículos que se estaban acumulando por la bajada de ventas que trajo consigo la crisis económica. Ahora, el panorama ha variado enormemente y el sector atraviesa por una buena racha. Solo entre enero y abril se produjeron en Aragón 7.725 nuevas matriculaciones, un 7,8% más que en 2015, mientras que en cuanto a los usados hasta marzo se habían registrado 13.009 transacciones, un 11,9% más.
El salón permanecerá abierto durante los cuatro días que dura de 11.00 a 21.00 de forma ininterrumpida y con entrada gratuita. Sin embargo, su efecto en el sector no quedará ahí. La experiencia dicta a los vendedores que una vez que se eche el cierre el domingo, la afluencia y las ventas en sus establecimientos en las jornadas posteriores serán superiores a lo habitual.
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