Con solo 19 años, el futbolista Jesús Vallejo es ya capitán del Real Zaragoza e internacional con España en la selección sub-21. Su pasión por el fútbol la arrastra desde niño y fue precisamente su abuelo quien, tras verlo jugar en el equipo del colegio (Enrique de Ossó) y más tarde en el Oliver, le animó a dar el salto al Real Zaragoza. "A él le dediqué el gol que marqué contra el Tenerife en el Heliodoro Rodríguez. Su ejemplo, su recuerdo y su fuerza son un estímulo para mí en la vida y también cuando salto al campo", afirma el capitán del equipo blanquillo.

Para un canterano que lleva desde niño en las categorías base del Real Zaragoza, poder vestir la camiseta del primer equipo es motivo de "orgullo", y más teniendo en cuenta la responsabilidad añadida que entraña el haberse convertido con solo 18 años en capitán del club aragonés. "Llevar el brazalete supone un honor para cualquier jugador, pero en mi caso es especial porque me formé en el Real Zaragoza", puntualiza.

Cuando echa la vista atrás en busca de otros referentes en los que mirarse a nivel deportivo, Vallejo recuerda la figura de Alberto Zapater, un jugador que llegó también muy joven al primer equipo, manteniendo su compromiso con el Real Zaragoza y demostrando su valía cuando tuvo que abandonar el club blanquillo. "Para mí es un ejemplo de lo que tiene que ser un gran futbolista, un gran profesional y también una persona excepcional" dice de este.

Como capitán del Real Zaragoza, Vallejo persiste en su empeño de hacer realidad esta temporada el sueño de la afición zaragocista, y para ello se esfuerza en ayudar a sus compañeros en todo lo que sea preciso. "En este momento, mi ambición y mi reto es ayudar a que el Real Zaragoza vuelva a Primera División. En eso estoy absolutamente concentrado y a ese empeño me debo por completo", asegura el joven central aragonés.

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