Heraldo del Campo

Las riadas, el granizo o el fuego arrasan 80.000 hectáreas de cultivos en Aragón

Los daños son mucho mayores si se tienen en cuenta los cultivos no asegurados.

El pedrisco apuntilla 5.000 hectáreas de cereal del Jiloca castigado por la sequía
Las riadas, el granizo o el fuego arrasan 80.000 hectáreas de cultivos en Aragón

Pasado ya el ecuador de 2015, no parece que el presente año vaya a guardar buenos recuerdos para los agricultores aragoneses. Más bien todo lo contrario. A las idas y venidas de la reforma de la PAC o la prolongación del veto ruso se han sumado los numerosos siniestros climatológicos que este año han afectado a la Comunidad y a los que, en última instancia, también se ha unido el incendio de las Cinco Villas declarado el pasado sábado.


En total, las hectáreas afectadas este año por la riada del Ebro, la sequía, el granizo y el fuego superan ya las 78.000 en la Comunidad, según los últimos datos facilitados por Agroseguro y las estimaciones del sindicato Uaga, aunque la inmensa mayoría solo corresponden a las parcelas aseguradas. De tenerse en cuenta las que no contaban con seguros o pólizas específicas, el número puede ser mucho mayor, según han venido avisando las organizaciones agrarias.


La crecida del Ebro de febrero es una buena prueba de ello. Entonces, Uaga estimó que en la provincia de Zaragoza podrían ser unas 20.000 las hectáreas dañadas por la riada, un número del que poco más de 7.000 contaban con seguros y que hasta estas semanas no han empezado a cobrarse. Por suerte para los agricultores, en aquella ocasión el ejecutivo autonómico decidió complementar las ayudas de los propietarios que carecían de protección, algo que ahora también reclaman los sindicatos agrarios para los cultivos afectados en el incendio de Luna, donde las primeras estimaciones apuntan a que podrían haberse quemado unas 6.300 hectáreas de secano, de las cuales al menos un millar estaban aseguradas y ya han trasladado su parte a las aseguradoras.


La problemática con los cultivos ya cosechados que han quedado calcinados por el fuego comenzado en Luna está en que casi la totalidad de las parcelas cosechadas todavía tenían la paja pendiente de empacar, y aunque este año como novedad se podía asegurar, “es una opción nueva y desconocida para la mayoría de agricultores”, según explican desde Uaga.


Con todo, este año ya es calificado como “especialmente malo” por numerosos agricultores en lo que respecta a los vaivenes climatológicos y otros accidentes medioambientales. Y es que, si 2014 fue un ejercicio del que el campo aún salió bien parado en este aspecto, las casi 80.000 hectáreas ya reclamadas a las aseguradoras se acercan a las 105.000 con las que se cerró todo el año 2013, también marcado por otra importante avenida del Ebro. La diferencia entre un año y otro se ve afectada, no obstante, por un factor fundamental: la gran caída en la contratación de seguros agrarios que se ha dado en los últimos años en todo el campo español, y especialmente en el aragonés, donde se estima que debido al encarecimiento de las pólizas y, sobre todo, el recorte en las ayudas que ya se puso en marcha en 2012, ha caído la contratación de seguros en torno a un 30%.El cereal, especialmente afectado


Pero si hay unos cultivos que se ha llevado la palma por los daños meteorológicos esos son los cereales de invierno. El trigo o la cebada se han visto especialmente afectados por la sequía que este año también ha caído sobre el territorio aragonés, y que ha tenido especial incidencia en algunas comarcas turolenses. Roberto Sanz, agricultor del Jiloca, califica que la cosecha de este curso será “de las peores que se recuerdan en años”. “Hay un problema gravísimo, porque los agricultores que están asegurados aún cobrarán algo, pero las cooperativas van a tener una merma de grano importantísima”, señala.


A este respecto, hasta el mes de junio se había reclamado por sequía más de 38.000 hectáreas perjudicadas en la Comunidad. Las estimaciones, que ya se han puesto sobre la mesa, no son para nada alentadoras. El sindicato Uaga vaticinó en el mes de mayo que la cosecha de cereales en Aragón caería hasta un 50% en algunas zonas por la sequía, y todo ello después de que la producción de cereales de invierno en 2013 (902.000 toneladas) ya fuera muy inferior a la que se dio en 2013, un año récord, con más de dos millones de toneladas.


En total, se estima que entonces se perdieron 76 millones de euros con respecto a la media de los últimos años -sin tener en cuenta la excepcionalidad de 2013- y para este ejercicio, las previsiones tampoco son mejores. “Los precios, pese a que están aguantando, ya no fluctúan al alza de forma tan acelerada si se produce un descenso de la producción. Hay que tener en cuenta que el mercado de los cereales y sus precios se marca ahora de forma global, por lo que las afecciones de un territorio rara vez influyen”, señala Sanz.


Los cultivos herbáceos además también han sido de los más afectados por el pedrisco en lo que va de año. Hasta 21.000 hectáreas de las más de 26.000 reclamadas hasta la fecha son de este tipo, que también afectó a los viñedos (en 1.434 hectáreas aseguradas) y a los frutales (2.274), especialmente en el Bajo Cinca, donde las tormentas de comienzos de junio dañaron a más de 600 hectáreas.

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