Heraldo del Campo

La carne de vacuno, del prado al plato

Una cooperativa de ganaderos de vacuno ofrece al consumidor un servicio de reparto puerta a puerta de lotes de carne sin pasar por ningún intermediario. Los criadores revalorizan sus reses y los clientes obtienen un producto de calidad a un precio muy competitivo.

De izquierda a derecha, Ricardo Altaba, Álvaro Sancho y Servando Gascón, tres ganaderos de la cooperativa de vacuno del Maestrazgo, en una finca de Cantavieja
De izquierda a derecha, Ricardo Altaba, Álvaro Sancho y Servando Gascón, tres ganaderos de la cooperativa de vacuno del Maestrazgo, en una finca de Cantavieja

Los ganaderos de vacuno del Maestrazgo se han empeñado en rentabilizar su producción, prácticamente desconocida fuera de la comarca a pesar de su excepcional calidad y de su importancia económica. Los 36 criadores agrupados en una cooperativa comarcal garantizan con su marca 'Ternera del Maestrazgo' un servicio de puerta a puerta que abastece al consumidor sin intermediarios.


Los clientes reciben en su casa pedidos de entre 4,5 y 5 kilos de carne de distintas piezas de la canal de manos de los granjeros, que, de este modo, logran mejores precios para sus reses al tiempo que pueden ofrecer tarifas muy competitivas a la clientela.


El proyecto de comercialización de la Cooperativa Comarcal Carnes del Maestrazgo, que arrancó hace dos años y medio, sirve para vender en torno a 9.000 kilos anuales de ternera de una calidad y procedencia garantizadas directamente a un centenar de consumidores de Aragón, Comunidad Valenciana y Cataluña, fundamentalmente.


El presidente de la entidad y, a la vez, encargado de las labores de distribución, Servando Gascón, explica que los clientes de ‘Ternera del Maestrazgo’ son "fieles" a este servicio, en muchos casos desde su implantación. Afirma que, a pesar de la crisis, el número de compradores permanece estable gracias al "boca a boca". Gascón añade que para afianzarse en el mercado es clave garantizar la calidad de los lotes. La excepcionalidad del producto viene dada por la crianza del ganado en régimen extensivo en una zona de gran altitud. A su juicio, también es una baza a su favor que el consumidor final ve, con cada entrega, "la cara del ganadero" que le proporciona la carne.


Aunque los criadores intentaron conseguir una Indicación Geográfica Protegida (IGP) –fórmula equivalente a la denominación de origen–, finalmente el proyecto se ha quedado en una ‘marca de garantía’. Los requisitos que comporta esta fórmula de comercialización son similares a los que se derivarían de una IGP, incluidos los controles de calidad externos.


El presidente de la cooperativa opina, no obstante, que a largo plazo sería interesante retomar el proyecto de una IGP, que podría reforzar la difusión y el respaldo oficial de la ternera del Maestrazgo. Servando Gascón reconoce que la promoción del vacuno de la comarca es una asignatura pendiente. Señala que "en Aragón, hablar de carne de ternera es hablar de Huesca, cuando aquí, en el Maestrazgo tenemos un número de cabezas comparable al del Pirineo oscense".


La comercialización directa del ganadero al consumidor obliga a la cooperativa a una laboriosa tarea de logística que abarca, principalmente, las provincias de Castellón y Teruel. Cada jueves, la ruta de reparto de Servando Gascón discurre por más de 1.000 kilómetros. La capital turolense es, con la mitad de la clientela, el principal mercado.


Para los clientes más alejados, se recurre a empresas de transporte. Los destinos más distantes del Maestrazgo están en Cádiz, Madrid y Barcelona.  Los terneros se sacrifican en Tortosa (Tarragona) y la carne se procesa en Vinaroz (Castellón), de donde salen los paquetes en dirección a los domicilios de los compradores sin pasar por otras manos que las de los criadores.


Carnes del Maestrazgo agrupa una cabaña de 2.000 cabezas repartidas entre Cantavieja, La Iglesuela, Fortanete, Villarluengo, Tronchón, Mirambel, La Cañada de Benatanduz, Aliaga y Mosqueruela. La entidad nació de la asociación de criadores de bovino del Maestrazgo, Gavamaes, con más de un centenar de asociados.


Gascón reconoce que el potencial de crecimiento es todavía muy alto, porque solo el 5% de la producción total se comercializa como ‘Ternera del Maestrazgo’. Señala que el estallido de la crisis económica en los primeros años de andadura del proyecto cooperativo ha frenado su crecimiento, aunque se muestra satisfecho de la fidelidad de los compradores, que se han convertido en los principales publicistas.


Elaboración y logística se centralizarán en Cantavieja

 

El periplo del vacuno del Maestrazgo desde que se cría en las sierras del Maestrazgo, Gúdar y Javalambre hasta que llega a las mesas se simplificará con la planta de troceado y procesado de las canales que la Cooperativa Comarcal Carnes prevé inaugurar en 2014 en Cantavieja. Actualmente, las reses vivas son transportadas hasta Tortosa (Tarragona) para el sacrificio y desde allí las canales pasan a Vinaroz (Castellón) para despiezar y preparar los lotes de carne de entre 4,5 y 5 kilos. A continuación, la cooperativa se encarga de distribuir con sus propios medios puerta a puerta o, en caso de clientes muy alejados, remite el paquete por empresas de transporte.


Para simplificar el proceso y generar empleo en la comarca, la cooperativa ha equipado su propia planta de procesamiento. El costo de las instalaciones y de la maquinaria asciende a 200.000 euros, subvencionados por la Administración. La apertura de la industria está a la espera de completar el equipamiento y conseguir todas las bendiciones legales. El edificio, una nave de las afueras de Cantavieja, fue cedido por el Ayuntamiento. Los ganaderos estudian la posibilidad de trasladar el sacrificio al matadero de Morella (Castellón), mucho más cercano al Maestrazgo turolense que Tortosa. Pero, a medio plazo, reconocen que la mayor parte de la producción seguirá vendiéndose a mataderos industriales de Barcelona y Valencia.


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