La gran duda invernal: ¿Cuándo y cómo debemos lavar las bufandas?

Nos ayudan a sobrevivir a los días más fríos del invierno pero, ¿sabemos devolverles el favor y cuidar de esta prenda como se merece?

¿Cuándo y cómo debemos lavar las bufandas?
¿Cuándo y cómo debemos lavar las bufandas?
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Nos ayudan a entrar en calor, nunca pasan de moda, son estilosas y, además de dar un toque especial a nuestro look invernal, son una prenda práctica que protege nuestro cuello. Nos referimos a las bufandas. Esas prendas que sacamos del armario los días más fríos del año y que, a la hora de poner la lavadora, olvidamos (aunque nos hayamos pasado el invierno tosiendo sobre ellas).

Para cuidar bien una bufanda, el primer paso es saber de qué material está hecha. Si es lana pondremos especial cuidado, ya que te se trata de un material muy delicado que, si no se lava bien, encoge y, además, está expuesto a que con el tiempo saque pelusas.

En primer lugar y, aunque parezca contradictorio, debes mojar la bufanda en un barreño con agua fría y dejarlo una hora por lo menos. Este paso ablanda la fibra del tejido y facilita su manipulación, sin que encoja. Transcurrida la hora, es importante tener a mano un jabón para prendas delicadas y poner una lavadora sin suavizante en un programa corto para ropa delicada o, directamente, lana.

No es necesario repetir este proceso tan a menudo como pensamos, ya que la lana es un tejido resistente a la suciedad y excedernos en sus lavados, puede provocar que se estropee la prenda. También es importante tener en cuenta que, si la bufanda es de colores, puede desteñir fácilmente, por lo que es importante tener en cuenta con qué otras prendas de ropa se pone en la lavadora.

Si no se cuenta con ropa suficiente para poner una lavadora de delicado, también es posible lavarla a mano. En ese caso, después de añadir el agua fría, se vierte el jabón y se deja todo en el barreño. Diez minutos más tardes se remueve un poco y se vacía el contenido del cubo. Se añade agua, sin jabón, y se repite la operación unas cuantas veces hasta que se aclara. Después, es importante no estrujar ni retorcer la bufanda para escurrirla.La mejor técnica consiste en vaciar el barreño e ir apretando la bufanda contra los bordes hasta que deje de soltar agua.

Estos procesos está centrado en las prendas de lana, pero serviría también para los casos en que las bufandas están elaboradas con otros tejidos delicados como la seda o algún otro material viscoso. 

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