¿Cuál es el castigo por propagar bulos por Internet?

La información cruza Internet a la velocidad de la luz... Y también las mentiras. Pero no es imposible detectar la fuente del bulo, en cuyo caso, el emisor deberá asumir las consecuencias.

¿Cuál es el castigo por propagar bulos por Internet?
¿Cuál es el castigo por propagar bulos por Internet?

La semana pasada muchos usuarios de Netflix se vieron sorprendidos por un correo electrónico en el que se les pedía restaurar su suscripción. No era ni más ni menos que una estafa, minuciosamente preparada, que pretendía robar los datos bancarios de los que cayesen en ella. 

El mes pasado le tocó a Zara a través de un bono de descuento y también en octubre se alertó de la utilización de algunas fotografías antiguas utilizadas para ilustrar las manifestaciones en Cataluña. Y estos son solo algunos ejemplos de los bulos más compartidos en internet, que reflejan la facilidad con la que la información -verdadera o no- se propaga a través de la red. Por lo que es muy importante tener en cuenta una serie de consejos para no caer en bulos.

¿Cuál es en castigo por difundir bulos?

Aunque a veces es complicado rastrear al autor del bulo, no es una tarea imposible. En caso de ser descubierto y, dependiendo de la gravedad, podría tener serias consecuencias legales, tal y como explica el Cipaj en el tema del mes de su boletín.

Por lo general, la difusión de noticias falsas es considerada una falta grave y se castiga con sanciones económicas de entre 600 y 30.000 euros. En casos particularmente graves, informaciones sobre la expansión de enfermedades contagiosas o actos terroristas, es considerado delito y se castiga con penas de prisión de entre tres meses y un año.

Aunque son consideradas culpables las personas que originalmente crearon el bulo y no quienes de buena fe lo creyeron y lo difundieron, es necesario estar alerta y procurar no contribuir a la expansión de estas mentiras. Está bien indignarse o alarmarse ante ciertas noticias y querer advertir a nuestros contactos de un posible riesgo; pero hay que pararse a pensar y analizar bien una información delicada antes de compartirla en red.

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