Tres pensamientos que bloquean ante una ruptura y 11 que salvan

Antes de caer en un pozo de desesperación conviene plantearse dónde está el problema.

Tres pensamientos que bloquean ante una ruptura y 11 que salvan
Tres pensamientos que bloquean ante una ruptura y 11 que salvan

Cuando desaparece aquella persona con la que has compartido cientos de historias y construido otros tantos planes, hay quien siente que sus pilares se tambalean, comienza a sufrir ansiedad y cae en una profunda tristeza. Y sí, hay finales que son muy tristes y que deben serlo, porque de todos ellos se obtiene alguna enseñanza y una fortaleza, y saber afrontarlos puede ayudarte a construir nuevos caminos y, sobre todo, a no quedarte varado en la pena.

¿Qué convierte el duelo en un salvavidas con agujeros? Según Elisa Múgica y Rosana Bellosta, antiguas asesoras psicológicas del CIPAJ y de la Universidad de Zaragoza, influyen tres cosas:

Nuestra cultura. Que nos enseña a pensar en la tristeza y el dolor como algo insuperable y destructivo y que la vida sin lo que queremos ya no tiene sentido. ¡Qué frases tan tremendas nos hemos creído!, incluso muchas de ellas las cantamos: "No soportaría la vida sin el/ella", "Si no tengo lo que deseo, no puedo ser feliz, "Sin ti no soy nada". De esta manera no estamos preparados ni para el dolor ni para la pérdida. Sin embargo, la tristeza es una emoción biológica natural y como tal tiene un final, pero si nos empeñamos en creer lo anterior nos apegamos al sufrimiento. El sentimiento de posesión hacia las personas o las cosas, hace que las separaciones o pérdidas sean más desgarradoras y destructivas. Si creo que algo es mío lo agarro con tanta fuerza y tengo tanto miedo a perderlo ( quizá porque no me considere merecedor de cosas buenas) que al separarme sin soltar se produce una rotura, me rompo y rompo. El miedo a lo desconocido también nos lleva a aferrarnos a lo que ha sido y esto nos impide vivir y disfrutar de lo que sigue. Cuando creemos y confiamos en seguir adelante nuestras posibilidades se multiplican.Entonces, ¿cómo combatir esta tristeza? Las especialistas tienen 11 propuestas para salir de esta situación:

Permitirnos estar en duelo, la tristeza.

Aceptar el dolor pero confiar en que tiene un final, aunque probablemente nos sintamos solos, impotentes, descentrados y tristes.

Darnos tiempo. Si después de un año tras una pérdida sigo tan triste como al principio he de buscar ayuda.

Mirar la pérdida no como un fracaso personal sino como una oportunidad para crecer. Se supera cuando podemos recordar lo que pasó sin dolor.

Sé cuidadoso y amable contigo.

No tengas miedo de volverte loco/a.

Agradece y aprende a valorar las pequeñas cosas.

Pide ayuda a los cercanos.

Acepta la pérdida y aprende a soltar, confía en ti y en tus recursos para salir adelante y para aprender a vivir de nuevo.

Concéntrate en lo que sí tienes, no en lo que perdiste.

Permite que las cosas dejen de ser para dar lugar a otras nuevas.

Si a pesar de tratar de poner en práctica este decálogo crees que puedes necesitar ayuda, puedes ponerte en contacto con el servicio gratuito de la asesoría psicológica del Cipaj.

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