Tres técnicas para ahorrar tu dinero y salir de la bancarrota

Motivos por los que un día te despiertas lúcido y te das cuenta de que necesitas ahorrar más hay muchos. Puede que seas de los aquellos a los que el dinero les quema en las manos. Si es tu caso, lo primero que necesitas es un poco de autocontrol.

Tal vez se avecine un gran desembolso para el que debas empezar ahorrar, como el carnet de conducir, comenzar un máster o financiar un viaje. O uno que jamás pudieras haber previsto, como unas gafas nuevas, un pinchazo o una lavadora que se va al otro barrio.

Sin embargo, las necesidades y pequeños caprichos, en muchas ocasiones reforzados por la llegada de las vacaciones, también pueden conseguir que el más ahorrador mire su cuenta y piense: "Hola, ¿dónde está mi dinero?"

¿Qué se puede hacer? Existen formas que te ayudarán a mantener un equilibrio, por ejemplo las tres que te explicamos a continuación:

De dos en dos

Es una sencilla regla que solo requiere ser constante y que te mostrará dos cosas en la vida: la primera, que ahorrar es posible de una forma sencilla; la segunda, que hay más monedas de dos euros de las que tú pensabas. Lo único que debes hacer es guardar cada moneda de dos euros que caiga en tus manos. Parece sencillo, pero cuando te apetece un café o encuentras un chollo por dos euros resulta más difícil resistirse. Hay una solución, puedes gastártela, pero asumiendo una penitencia: un billete de cinco euros al bote por cada moneda de dos euros gastada. Y eso duele más. Tú decides hasta dónde estás dispuesto a llegar para ahorrar.

La regla 50/20/30

Válida solo para los que reciben una propina o un salario. Consiste en establecer proporciones de esa paga y destinarlas a distintos fines. Así, el 50% de la cantidad total está pensado para necesidades, allá cada cual las prioridades de cada uno. El 20% es tu colchón para el futuro. Para un coche, para una casa, para un viaje con los amigos, para los estudios, para ese 'yoquésé' que un día llegará y te alegrarás de haber ahorrado. Y por fin, el porcentaje más querido: el 30% de los caprichos. Obviamente no es lo mismo tener un salario al mes que una propina de 5 euros a la semana, pero por algún lugar se empieza y tú puedes redistribuir los porcentajes y hacerlos a tu medida.

La aplicación acusadora

Cada vez hay más aplicaciones que te permiten llevar un presupuesto de todos tus gastos, recordar movimientos de dinero, deudas con amigos y familiares y te ayudan a gastar "de forma inteligente" tu dinero. Así, muchas reflejan cada gasto en color rojo y los ingresos en verde. Este tipo de técnicas requieren que seas constante apuntando cada gasto, pero puede que cuando veas en qué te has gastado el dinero reflexiones un poco para la próxima ocasión.

Sea cual sea tu técnica siempre siempre habrá dos condiciones irrompibles: tener constancia y asumir cierto autocontrol. ¡Ánimo!

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