Cuando es lunes, pero podría ser peor

El comienzo de la semana, siempre y cuando no se esté de vacaciones, no suele sentar demasiado bien. Pero tranquilos, siempre hay cosas peores.

Imagen de archivo de una persona durmiendo.
Cuando es lunes, pero podría ser peor

Después de dos días de descanso y ocio llega el madrugón del lunes y su consiguiente pensamiento: "aún quedan cinco días larguísimos hasta el fin de semana". Y es que, a no ser que se esté de vacaciones, a los que tiene que levantarse para ir a trabajar o a estudiar no les hace ni pizca de gracia. Claro que, aunque el sonido incesante del despertador saca de quicio a cualquiera, hay cosas mucho -muchísimo- peores que el comienzo de una nueva semana.

Una mancha de café en la camiseta nueva cuando sabías que debías habértela quitado para desayunar; descubrir que solo queda un calcetín desparejado en el cajón porque olvidaste poner la lavadora los últimos días; unas 'hawaianas' a las que se les rompe la tira y debes arrastrar el pie hasta llegar a casa o encontrar una bolsa que anudarte al tobillo; caídas, más caídas y esta vez te han pillado en el suelo... Un sinfín de circunstancias y momentos que, sin ninguna duda, consiguen que el lunes sea un día fantástico.

 
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