Arriesgarse con nuevos cortes de pelo y colores siempre es una buena idea llegado el verano, pues ayuda a desprenderse de los resquicios invernales y a subir la autoestima. Claro que, no siempre apetece arriesgarse con colores artificiales que duren más de tres meses y que puedan no favorecer demasiado nuestros rasgos o estilo. Por eso, utilizar tintes naturales de corta duración siempre es una solución ideal, pues se evita dañar el pelo con químicos y sus efectos desaparecen, por norma general, en menos de dos semanas.

Para pelos castaños. Aunque este color de pelo se caracteriza por tener diversos matices y los reflejos, los castaños suelen tener la sensación de que su cabello es aburrido y anodino. Para aquellos que buscan dar más brillo e intensidad, lo mejor es preparar en un bol de plástico un tinte natural con tres cucharadas de té negro hervidas en 500 ml de agua y con un chorro e vinagre de manzana. Una mezcla líquida que deberá aplicarse por las zonas escogidas (lo mejor es evitar el cuero cabelludo) hasta que queden bien impregnadas, y que se dejará hacer efecto antes de lavar con normalidad durante, al menos, una hora. Los efectos de este tinte serán visibles hasta una semana después. Para pelos rubios. Por norma general, llegado el verano, los rubios buscan aclararse el pelo para conseguir ese bonito color que pasada esta estación adquiere su cabello por la exposición al sol. Para adelantar los reflejos dorados nada mejor que mezclar en un bol de plástico tres cucharadas de flores de manzanilla, el zumo de un limón y medio litro de agua, y dejar enfriar en la nevera durante media hora. Conseguido el tinte natural, lo mejor es meterlo en un bote de champú vacío y aplicárselo durante la ducha de la mitad del cabello a las puntas cada día hasta conseguir el tono deseado. Para el pelo rojizo. Aquellos que buscan lucir un tono caoba en verano pueden conseguirlo aplicándose una mascarilla de henna desde las raíces hasta las puntas, pues además de dar color, aporta grosor al cabello. Cabe destacar que es uno de los tintes que más se mantiene y puede durar hasta tres meses, por lo que conviene tener cuidado y no teñir la piel. Para prepararlo solo hay que acudir a una herboristería y adquirir henna en polvo, que se mezclará con zumo de limón y aceite, o con una mascarilla para evitar secar en exceso el pelo.Ir al suplemento Heraldo Joven