¿Cómo tomar una buena decisión vocacional?

La toma de decisiones sobre la vocación, llamado "indecisión vocacional", es n punto de inflexión en el desarrollo personal. Esta decisión requiere un replanteamiento de la propia vida: "¿qué quiero ser? ¿estudio o trabajo? ¿elijo una profesión técnica de 2 años o estoy dispuesto a dedicar como mínimo 4 años a estudios universitarios?".

Decidir es un proceso continuo, se toman decisiones en cada momento de la vida. Hay que tener en cuenta que las decisiones que se toman pueden ser reversibles. La toma de decisiones sobre la vocación profesional lleva a la persona a elaborar un proyecto personal de vida, en el cual han de reflejarse sus propias preferencias y su capacidad para realizarlo. Conforme se vaya obteniendo información, las decisiones serán más trascendentes y seguramente más acertadas. Por todo ello la asesora de estudios del Cipa y de la Universidad de Zaragoza, María López Loras, recopila una serie de información que puede ser útil para los que necesiten aclarar sus dudas.

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La diversidad de opciones entre estudios y profesiones puede conducir a la indecisión. ¿Qué es más importante? ¿Hacer lo que me gusta? ¿Buscar una carrera con salidas? ¿Mejorará el panorama laboral cuando termine la carrera? ¿Habrá empeorado? Estas y muchas otras preguntas se pasan por la cabeza de los jóvenes a la temprana edad de 16 y 18 años, cuando llega el momento de elegir a qué dedicar el resto de la vida. 

Para salir de dudas, lo primero de todo es conocer todas las oportunidades:

Formación profesional (FP). Son estudios profesionales cercanos a la realidad del mercado de trabajo, formación donde predomina la práctica. Existen FP básica, FP de grado medio y FP de grado superior. Formación universitaria. Es más teórica, de larga duración y proporciona formación intelectual y científica sobre un área determinada. Educación permanente para adultos. Evaluar alternativas

Una vez vistas las posibilidades de formación, ¿qué otros aspectos hay que tener en cuenta?

Tú tomas la decisión. La elección vocacional es una decisión muy personal, puesto que el futuro trabajo ocupará más de un tercio del tiempo diario. No te dejes influenciar por presiones externas. Reflexiona sobre tus gustos e intereses profesionales. Unos prefieren realizar acciones de ayuda a los demás, otros realizar tareas manuales, otros trabajar con máquinas, mientras que a otros les gustan más las actividades relacionadas con el arte. Si sientes que haces lo que te gusta no tendrás problemas en el momento de realizar actividades laborales exigentes. Además, la satisfacción te ayudará  a tener un mejor desempleo laboral. Aprovecha tus aptitudes. Es importante ser realista con las propias capacidades. Analiza tu rendimiento escolar, examina tus resultados... ¿Qué asignaturas se te dan mejor  y cuáles te gustan más? Todo el mundo tiene mayor facilidad para ciertas materias y más dificultades para llevar otras.  Define objetivos. ¿Qué quieres lograr en tu vida? ¿Cuales son tus metas? ¿Cómo esperas que sea tu estilo de vida? Tus objetivos deberían poder ser conseguidos teniendo en cuenta tu futuro laboral, entre otros. Reflexiona sobre tu entorno personal y social. Toma conciencia de la propia realidad personal, qué aspectos positivos y qué limitaciones tienes a la hora de tomar una decisión vocacional.  Plantéate nuevas preguntas. Si tienes dudas, quizá plantearte cuestiones como la deeste test de orientación o el Test de Kuder puedan ayudarte a aclararlas. ¿Qué posibilidades ofrece el mercado de trabajo? El mercado laboral como la formación, de acuerdo al lugar donde se vive, tendrá unas características determinadas de oferta y demanda. Por otra parte, el nivel de ingresos económicos de tu futura profesión deben estar acordes con tus expectativas, ya que eso influirá en tu bienestar y futuro estilo de vida.- Ir al suplemento de Heraldo Joven