Trucos para ahorrar dinero cada mes

Organizar las finanzas personales y fijar un objetivo claro es clave para conseguirlo.

España, segundo país de Europa en el que más se ahorra comparando precios en Internet
Para saber cuánto se puede ahorrar, primero hay que conocer qué gastos son inevitables

Ahorrar nunca es fácil, sobre todo cuando el sueldo es ajustado y la mayor parte del mismo se dedica a sufragar el coste de vivienda, energía y alimentación. Sin embargo, muchas personas cuentan con un margen de ahorro que, en muchas ocasiones, es desaprovechado por una organización poco eficaz de las finanzas personales. A continuación se ofrecen algunos consejos para ahorrar mes a mes.

Controlar ingresos y gastos, fijando un objetivo de ahorro

Para saber cuánto se puede ahorrar, primero hay que conocer qué gastos son inevitables y, por tanto, qué porcentaje de nuestros ingresos puede destinarse al ahorro. Ya sea en una simple libreta o con ayuda de una hoja de cálculo o de aplicaciones para el móvil (como ‘Fintonic’ o ‘Wallet’, entre otras), hay que registrar todos nuestros gastos e ingresos. Por un lado, la cuantía de los gastos fijos, tales como el alquiler o hipoteca, el importe de los seguros, las facturas de teléfono, etc. Después, hay que establecer una cantidad destinada a gastos variables, que incluya la cesta de la compra, la gasolina o el ocio. La cantidad resultante de la resta entre ingresos y gastos será la que se puede destinar al ahorro. Este objetivo de ahorro debe ser alcanzable, tiene que ser un porcentaje razonable de los ingresos: si se pone un objetivo demasiado ambicioso, es muy posible que no se logre y produzca frustración.

¿De verdad lo necesito?

Antes de adquirir cualquier producto o servicio hay que preguntarse cuál es nuestra necesidad real del mismo. ¿Por qué lo compro? ¿Cuánto y cómo lo voy a utilizar? ¿Tengo ya otros productos que satisfarían esta necesidad? Esto no significa que uno no se pueda dar un capricho de vez en cuando, pero muchas de las compras se realizan por impulso, sin valorar el porqué de esa adquisición.

Hacer listas de la compra

Es importante crear listados de aquello que se necesita, no solo para ir al supermercado, sino para otros objetos o productos del hogar, prendas, muebles... Ceñirse a la lista evita compras innecesarias y sirve para establecer plazos en aquellas adquisiciones que no sean urgentes.

Ofertas sí, pero con cuidado

Comparar precios es muy útil para reducir los gastos, pero las ofertas pueden convertirse en un arma de doble filo. Algunas de esas “ofertas” no lo son en absoluto y pueden hacer que acabemos comprando algo que no necesitamos o en mayor cantidad de la deseada. El supermercado es un campo abonado para este tipo de descuentos dudosos, aunque las marcas blancas resultan de ayuda a la hora de reducir la factura.

Ahorrar desde casa

Las facturas de luz, calefacción, teléfono, gas, etc. pueden elevar mucho el gasto anual. Reducir su consumo no solo redunda en beneficio para nuestro bolsillo, sino que también es más sostenible para el planeta.

Reducir las salidas a restaurantes y sustituirlas por la comida casera también es beneficioso, sobre todo si por cuestiones de trabajo hay que comer fuera habitualmente: la fiambrera debe ser un aliado.

Hazlo tú mismo: ciertos objetos, prendas de ropa o muebles se pueden arreglar en casa con un poco de maña e imaginación (abstenerse con aquellos que puedan suponer un riesgo para la salud). Muchos regalos también pueden crearse de manera artesanal y tienen el aliciente de ser más originales.

Siguiendo estos consejos y usando el sentido común se puede conseguir el objetivo de ahorro propuesto.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión