Una decena de empresas aragonesas han participado en el proyecto europeo IWBLabs (Internacionalización del aprendizaje basado en el trabajo en el sector agroindustrial), aprobado dentro del programa Erasmus+ de la Comisión Europea. El objetivo de esta iniciativa es incrementar e impulsar la internacionalización de las empresas agroalimentarias y la integración laboral de jóvenes en este sector, a través de la formación.

Las empresas aragonesas que colaboran, a las que se suman firmas de los otros tres países participantes (Eslovaquia, Italia y Letonia), son: Embutidos Bernal, Aceitunas Lou, La Jamonería, Inverpoint, Bodegas Ruberte, Cafés Orús, Casa Matachín, Nerion, El Portal y Taisi. Todas ellas bajo el paraguas de CEOE Aragón.

Para ello, directivos de estas diez empresas aragonesas explican, a través de vídeos disponibles en la web del proyecto, sus experiencias y actuaciones en este ámbito. El proyecto les facilita, asimismo, una difusión internacional, al tiempo que les ayudan a conseguir la meta de implicar a las empresas europeas del sector agroalimentario en la cualificación de sus futuros trabajadores, especialmente en aspectos de vital importancia como la internacionalización, innovación o Responsabilidad Social Corporativa.

El director de Relaciones Internacionales de CEOE Aragón, Jorge Alonso, asegura que la clave de esta iniciativa reside en «la posibilidad de que los jóvenes conozcan de primera mano experiencias de éxito en el sector agroalimentario». De hecho, según explican desde la organización empresarial, ha sido la capacidad de innovar en materia de exportación y de hacerlo con éxito, uno de los factores determinantes para elegir a las diez participantes.

Para incidir en la formación y la internacionalización con mayor eficacia, también se pretende fomentar la movilidad de estudiantes dentro de la Unión Europea, promoviendo su conocimiento del sector en distintos países. En este plano, está previsto establecer en la siguiente fase del proyecto (que concluirá a finales de 2018) un sistema de prácticas virtuales para jóvenes en compañías de los países participantes, así como un curso multimedia orientado a este sector y dirigido a estudiantes de 16 a 18 años, que será validado por expertos del mundo empresarial y de centros formativos.

Formación e implicación

Para Maite Lou, directora de exportación de Aceitunas Hijos de José Lou, es fundamental la formación en los diversos aspectos que conlleva la actividad exportadora de las empresas. «Es necesario conocer aspectos de logística, documentación, marketing... Hay que formarse de manera continua».

Reconoce Lou que la principal barrera es el idioma a la hora de penetrar en un nuevo mercado, por lo que el inglés es «fundamental». Asimismo, considera un factor clave el conocimiento de otros aspectos culturales o normativos del país de destino, «como las normas de etiquetado o los gustos de sus habitantes, para acertar con los productos a exportar».

En la misma línea se manifiesta la máxima responsable de Bodegas Ruberte, Susana Ruberte, quien, además, apela a la implicación de cada uno de los trabajadores con la empresa para hacerla crecer. «Si el personal no entiende lo que haces, por qué lo haces y no disfruta en su trabajo, acaba siendo un lastre». Ella apela a los jóvenes que se incorporan a las empresas a que «sientan que desarrollan su actividad de corazón» y «sobre todo, que pidan consejo a las personas más experimentadas para evitar los errores que ellos hayan podido cometer».

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