Heraldo del Campo

Los más pequeños ya no dirán 'no' al pescado

La Facultad de Veterinaria trabaja en un proyecto, premiado recientemente, para desarrollar pastas alimenticias enriquecidas con lubina.

El catedrático José Antonio Beltrán (a la izquierda) y el resto de su equipo.
El catedrático José Antonio Beltrán (a la izquierda) y el resto de su equipo.
Óliver Duch

A la mayoría de los consumidores, la comida les entra por los ojos. Y en el caso de los niños aún más, sobre todo si lo que tienen que comer es algo que no les convence mucho, como ocurre con el pescado, un alimento que cuesta introducir en la dieta alimenticia, pero que es totalmente necesario por su riqueza nutricional.

Conscientes de esta situación, y de la necesidad de que los más pequeños empiecen a consumir pescado en edades tempranas, el equipo de Calidad y Tecnología del Pescado de la Facultad de Veterinaria de Zaragoza, liderado por el catedrático José Antonio Beltrán, puso en marcha hace un tiempo un proyecto pionero en toda España para elaborar una pasta en cuya composición hubiera pescado. En concreto, elaborada con lubina, aunque puede emplearse cualquier otra especie, tanto de mar como de agua dulce.

Actualmente, el proyecto está ya en fase muy avanzada y es posible ver en el laboratorio de la facultad paquetes de lasaña, espaguetis o tallarines que tienen en común que han sido elaborados con remanentes y residuos de lubina.

«Esta iniciativa, que consiste en desarrollar pastas alimentarias enriquecidas con lubina, pretende, por un lado, producir un nuevo alimento con alto valor energético y propiedades nutricionales puesto que es rico en ácidos grasos omega 3 y en proteínas de buena calidad así como vitaminas y minerales; y, por otro, combatir el derroche alimentario al utilizar remanentes y residuos de lubina», matiza José Antonio Beltrán.

El proyecto es tan interesante que recientemente ha sido premiado en la primera convocatoria de ayudas para la transferencia del conocimiento al sector agroalimentario de la cátedra Agrobank de la Universidad de Lérida, con una cantidad de 9.000 euros.

Comercialización

En un principio, está previsto que la iniciativa se desarrolle industrialmente en colaboración con el apoyo de la empresa Innova Obrador, ubicada en San Mateo de Gállego (Zaragoza). Y que lo haga con dos tipos de productos.

«Por una parte queremos hacer una pasta con un sabor acentuado, para las personas a las que les gusta el pescado. Por otra parte, queremos elaborar otro producto que tenga sus propiedades organolépticas atenuadas. Es decir, que contenga pescado, pero que no sepa a pescado y que estaría destinado a aquellas personas a las que no les gusta este alimento, sobre todo a los más pequeños», matiza el catedrático José Antonio Beltrán.

En la actualidad, después de varios meses de intenso trabajo se han conseguido salvar escollos técnicos complicados, como mezclar el pescado, que tiene mucha agua, con la pasta y desecarlo correctamente; o lograr un producto jugoso y agradable, que atraiga a los paladares más reticentes al consumo del pescado.

Ahora, sus responsables tendrán que decidir qué tipo de modelo de pasta es el que se va a elegir para su comercialización, ya que tan importante como el sabor o sus componentes nutricionales es la forma, la textura y el color de estas pastas con sabor a pescado, porque ya se sabe que hay muchos productos que antes de comerlos tienen que entrar por los ojos.

Más información en el Suplemento Heraldo del Campo

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