Heraldo del Campo

La esparceta, un alimento 'gourmet' para mascotas

Un agricultor de la localidad turolense de El Pobo iniciará este mes la comercialización a través de internet de las leguminosas que cultiva destinadas a pequeños roedores.

Vicente López posa con la esparceta para mascotas ya envasada y lista para su comercialización.
Vicente López posa con la esparceta para mascotas ya envasada y lista para su comercialización.
Jorge Escudero

Heno natural y nutritivo, con niveles altos de proteínas. Así se promociona en internet la esparceta o pipirigallo procedente de los cultivos de Vicente López, un agricultor de la localidad turolense de El Pobo, que ha decidido dar un paso más dentro del sector agrícola y comenzar un negocio innovador destinando parte de su producción a su comercialización como alimento ‘gourmet’ para mascotas. "A los pequeños roedores les encanta la esparceta, es como una golosina para ellos", sostiene el agricultor turolense.

Bajo la marca Pipiripet, cobayas, hámsters, conejos o chinchillas podrán degustar los jugosos tallos de una leguminosa que ha crecido toda la vida en las tierras altas de la provincia de Teruel, si bien ha experimentado un retroceso en la última década. "El pipirigallo es casi una planta endémica en esta zona", explicaba Vicente López. "A cuanta más altitud se encuentren las tierras, mejores resultados se obtienen y en El Pobo estamos a 1.400 metros sobre el nivel del mar", aclara.

Los campos con esta forrajera crecían abundantes cuando el éxodo rural no había comenzado y las explotaciones agrícolas se complementaban con las ganaderas. La esparceta se destinaba entonces al autoconsumo. "Después comenzó a abandonarse, porque este cultivo no tenía ayudas de la PAC y porque requiere un procesamiento muy específico", precisaba el agricultor. La recolección, por ejemplo, se ha de practicar de noche, para evitar que la flor se desprenda con el calor del día. "Esto es un inconveniente -reconocía López- y no todo el mundo está dispuesto a asumirlo". Él, no obstante, ha seguido con la tradición y en estos momentos cuenta con 25 hectáreas dedicadas a la leguminosa, cuya producción oscila entre los 50.000 y 100.000 kilos anuales, en función de la climatología.

Al nuevo negocio que va a emprender destinará, por el momento, solo 8.000 kilos. Quiere, primero, consolidar el proyecto por el que dice sentir "mucha ilusión", aunque suponga un cambio en sus hábitos agrícolas. De hecho, ha tenido que adelantar varias semanas la siega -que tiene lugar entre julio y agosto- con el objetivo de que los tallos no crezcan demasiado, algo que, al parecer, disgusta a los pequeños roedores.

Envasado a mano

Vicente López insiste en el factor innovador de su producto, que tan apenas se comercializa en España. "Creo que es un mercado con gran potencial, porque cada vez hay más mascotas y la gente cuida mucho su alimentación", sostiene el agricultor. "Aquí siempre hemos utilizado el pipirigallo para criar a los conejos y conocemos la calidad de esta planta", agregaba. Dice que a todo ello hay que sumar el carácter artesanal de Pipiripet, con la esparceta envasada y etiquetada a mano.

No oculta que los trámites para poner en marcha el negocio han sido complejos, sobre todo por tratarse de una actividad muy distinta a la realizada hasta ahora, con licencias o registros sanitario de las instalaciones. Se ha tenido que enfrentar, además, a las nuevas tecnologías con el diseño de una página web, para la cual ha contado con ayuda profesional. Pero considera que el valor añadido que conlleva el nuevo producto es mucho mayor que el que obtiene destinando sus cosechas a los ganaderos, muchos de ellos de la zona.

El agricultor turolense tiene claro, no obstante, que su aventura empresarial ha de acometerse "con tranquilidad, paso a paso" y sin la prioridad que acapara la principal actividad económica de su explotación.

- Más información en el Suplemento Heraldo del Campo.

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