Heraldo del Campo

Sjaak Wolfert: "Con el internet de las cosas, el futuro es ahora para el sector agroalimentario"

Este holandés, experto en la aplicación de nuevas tecnologías participó en la apertura del curso del Instituto Agronómico del Mediterráneo (IAMZ).

Sjaak Wolfert, ante la sede del Instituto Agronómico Mediterráneo de Zaragoza (IAMZ).
Sjaak Wolfert, ante la sede del Instituto Agronómico Mediterráneo de Zaragoza (IAMZ).
Toni Galán

¿Por qué la información y la comunicación es importante para el sector agrario?

Es esencial sobre todo en dos aspectos: el del control y el de la comunicación. Si el agricultor o responsable de una explotación agraria posee una información precisa puede usarla para controlar sus procesos productivos y hacerlos más eficientes. Y esto se puede trasladar a cualquier eslabón de la cadena de suministro. Desde el productor hasta el consumidor final, pasando por la logística. En lo que respecta a la comunicación, el productor agrario puede dar información al consumidor sobre el proceso de producción, cómo se ha llevado a cabo, qué elementos se han empleado…

¿El consumidor final se ha vuelto más exigente con respecto a esa información?

Rotundamente sí. Si echamos la vista atrás y pensamos en la generación de mis padres, que crecieron después de la II Guerra Mundial, su esfuerzo se enfocaba a producir alimentos al mínimo precio posible. Sin embargo, la generación de mis hijos es totalmente consciente de la importancia de saber qué comen, de dónde viene, cómo se ha producido. El de sostenibilidad va a ser uno de los conceptos clave en el futuro cercano.

¿Cuál es el papel del internet de las cosas (IoT) en este proceso de obtención de información?

Todas las etapas de la producción agraria están implementando nuevas tecnologías, el denominado Internet de las Cosas. Esta tecnología permite obtener, de manera absolutamente precisa, lo que sucede en algunos metros cuadrados de un campo y que puede ser replicado. A través del IoT se monitoriza y controla lo que sucede en una explotación en tiempo real. Por ejemplo, en una granja de vacuno de leche, se puede controlar individualmente cada una de las vacas y conocer tanto su estado físico, su capacidad de producción de leche... Esto está cambiando radicalmente la manera de producir alimentos y proporciona la oportunidad de conocer la manera de producirlos.

¿El sector agrario es receptivo a estas nuevas tecnologías?

Todavía estamos en el comienzo. Este tipo de tecnologías no son todavía comunes en el sector de la agricultura, como sí que sucede en otros sectores, pero esta evolución va a ser cada vez más rápida y habitual. Creo que estas tecnologías van a cambiar radicalmente el sector agrario en una década. El futuro es ahora.

Uno de los proyectos en los que está implicado es el IOF 2020 ¿En qué consiste?

El principal objetivo de este proyecto es impulsar y acelerar este tipo de desarrollo tecnológico para el sector agrario, actualizarlo como han hecho otros sectores. Lo que estamos intentando es observar cómo funciona la tecnología ya existente, que hemos desarrollado en algunas explotaciones para ver cómo dicha integración puede extenderse en el sector. Pero hay otros aspectos relevantes derivados de este desarrollo como son la gobernanza y los nuevos modelos de negocio. La gobernanza se refiere a la propiedad de los datos y a su gestión y tratamiento. Se trata de una cuestión ética muy importante, pero también lo es el modelo de negocio.

Entonces… ¿El futuro de la agricultura va a estar relacionado con la gestión de datos?

Obviamente, su principal función seguirá siendo la producción de alimentos, pero tendrá que tener en cuenta la entrada de nuevos actores. Grandes empresas como Amazon o Google empiezan a mostrar interés en el sector de la alimentación, lo que abre muchísimas oportunidades al sector, y la gestión de los datos de los alimentos será cada vez más importante.

¿Hacia dónde debe caminar la agricultura europea en los próximos diez o quince años?

Creo que hacia donde ya está caminando. Si se compara la agricultura europea con la de otras zonas del mundo, hemos sido pioneros en materias como la calidad y la sostenibilidad en la producción. Esto es algo que ya hacen en otras partes como China o Sudamérica. Por lo tanto, el foco ahora debe estar, por supuesto en la calidad de los alimentos, pero también en la producción de una manera ética.

- Más información en el Suplemento Heraldo del Campo.

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