Heraldo del Campo

"La ventaja del cáñamo es que es un producto que se vende solo"

Los socios de Cáñamo del Bajo Aragón llevan desde 2015 comercializando las semillas y flores de esta planta, que goza de gran aceptación en Europa.

Rubén Górriz y su socio David Lorenzo en la plantación de cáñamo que tienen en Castelserás.
Rubén Górriz y su socio David Lorenzo en la plantación de cáñamo que tienen en Castelserás.
J. Espallargas

Hasta mediados de los años sesenta del siglo pasado, en casi todos los hogares rurales aragoneses había una pequeña plantación de cáñamo para consumo propio. Sus frutos, los cañamones, servían para hacer deliciosas tortas, y su fibra, para confeccionar las sogas «más resistentes del mundo», en palabras de Rubén Górriz, un vecino de Alcañiz, que junto con su socio David Lorenzo, de La Codoñera, han puesto en marcha una plantación de veinte hectáreas de cáñamo cuya producción tienen prácticamente vendida, aunque la recogerán a mediados de octubre.

Un proyecto que arrancó hace tres años gracias al interés e inquietud de estos dos socios por el mundo de la agroalimentación, un terreno que, hasta entonces, era desconocido para ellos, ya que sus trabajos no guardaban relación con la agricultura.

Con mucha ilusión, y después de haberse informado de todo lo necesario para acometer el proyecto, en 2015 arrancaron este reto plantando un par de hectáreas y el resultado fue tan esperanzador que en 2016 ya llegaron a las 10 y este año a las 20 hectáreas. «Ha sido un proceso lento pero seguro, ya que en los arranques nos hemos centrado en la comercialización de la materia prima, las semillas y las flores, y en un futuro inmediato pasaremos a comercializar productos elaborados con nuestra propia marca, Cáñamo del Bajo Aragón», matiza Rubén Górriz.

Estas primeras cosechas, alrededor de 1.000 kilos de flor y semilla por hectárea si la campaña es buena, se han exportado a mercados tan lejanos como Rusia, Austria, y otros más cercanos como Francia, Suiza o Alemania, todos ellos países donde el cáñamo es muy apreciado por las propiedades nutricionales de sus semillas. «Es un producto muy beneficioso para la salud, ya que las semillas contienen todos los aminoácidos y ácidos grasos esenciales para un cuerpo lleno de vitalidad» apunta.

Y con el fin de ampliar mercados, su reto pasa por elaborar productos como la leche vegetal, o el licor de cáñamo, y para ello están en contacto con la facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza, y también con la Universidad de Málaga, donde están investigando sus propiedades medicinales.

«En un principio, cuando arrancas este proyecto lo más difícil es encontrar vendedores que te faciliten las semillas, porque hay muy pocas, y luego cuesta encontrar comprador, pero cuando lo consigues es todo muy sencillo, porque la ventaja del cáñamo es que es un producto que se vende solo, gracias a sus múltiples propiedades», concluye.

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