Heraldo del Campo

¿Me presta una semilla señor bibliotecario?

La Biblioteca de la Escuela Politécnica Superior de Huesca ha inaugurado un novedoso sistema de préstamo de 70 especies diferentes de semillas.

En el archivo de la biblioteca se guardan los sobres de las semillas.
En el archivo de la biblioteca se guardan los sobres de las semillas.
UZ

¿Se imagina acudir a una biblioteca y en lugar de solicitar el préstamo del último libro de Eduardo Mendoza, premio Cervantes 2017, pidiera un sobre con diez semillas de pepino que luego usted se compromete a devolver, una vez terminado el ciclo vegetativo de esta planta?

Pues no hace falta que se imagine nada porque, desde finales de esta semana, la Biblioteca de la Escuela Politécnica Superior de Huesca (EPS) cuenta con un novedoso servicio de préstamo de semillas de plantas hortícolas de Aragón, cuyos destinatarios, en primera instancia, van a ser los miembros de la comunidad universitaria de la EPS, preferentemente los usuarios de los huertos ecológicos.

«Fue el lanzamiento de la actividad de los huertos, en mayo de 2016, lo que hizo germinar la semilla de este proyecto que dormía en nuestra biblioteca desde finales de 2015, cuando conocimos otras experiencias de este tipo. Hace un par de meses, en abril, constituimos un equipo multidisciplinar y abierto, del que forman parte, entre otros, bibliotecarios, profesores o investigadores especialistas en producción vegetal», apunta Elena Escar, directora de la biblioteca.

La colección inicial está formada por 75 especies de plantas hortícolas provenientes del Banco de Germoplasma de Especies Hortícolas del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA). En concreto son 19 variedades de lechuga, 10 de sandía, 28 de melón, 7 de calabaza y calabacín, 6 de pepino y 5 de plantas aromáticas y ornamentales. El desarrollo de la colección inicial tiene dos vertientes: el aumento de la diversidad de cultivos y variedades (a través de donaciones de usuarios, del CITA o de la Red de Semillas de Aragón) y el incremento de semillas de cada cultivo, que vendrá dado por las que devuelvan los usuarios.

Y todo esto gracias a que una de las principales características de este préstamo, cuya duración de seis meses coincide con el ciclo vegetativo de la planta, es que «los usuarios se comprometerán a retornar a la biblioteca las semillas de las plantas nacidas de las que han recibido en préstamo para que puedan utilizarlas otras personas. También se recogerá información de la producción obtenida», matiza Javier García Ramos, director de la Escuela Politécnica Superior de Huesca.

Una vez que se haya producido un ciclo completo de préstamo y devolución de semillas, de mayo a noviembre, se analizarán los resultados obtenidos por las personas que han plantado estas semillas y «se plantearán las acciones de mejora para iniciar el siguiente ciclo de funcionamiento del servicio», indica García Ramos.

En cada sobre que se entrega se incluye una media de entre 10 y 25 semillas. Cuenta con una ficha descriptiva que contiene una completa serie de datos, entre los que no pueden faltar la variedad, especie, origen, número de semillas o fechas de devolución. Sin olvidar de la signatura topográfica y el código de barras que lo identifica para el préstamo, como ocurre con el resto de libros que se prestan diariamente en la biblioteca de la Escuela Politécnica.

«Este proyecto es un hito más en el camino de la biblioteca hacia la mejora y la innovación en los servicios que ofrecemos a la comunidad universitaria, creando servicios de valor añadido que sirvan de apoyo a la docencia, el aprendizaje y la investigación», concluye Escar.

Más información en el Suplemento Heraldo del Campo

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