Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Tecnología de alta calidad 'made in Monegros'

La aragonesa Lecitech es una de las 1.000 firmas de nueva creación con un crecimiento más rápido en los últimos cinco años, según el ranking de ‘Financial Times’.

Responsables de la empresa con algunos de sus productos en el expositor con el que participaron en la pasada edición de Figan.
Responsables de la empresa con algunos de sus productos en el expositor con el que participaron en la pasada edición de Figan.
Lecitech

Convertirse en una de las dos o tres empresas europeas de referencia en el ámbito de la fabricación y comercialización de sinfines agrícolas (pieza que se aplica a remolques y maquinaria para facilitar la carga de sembradoras o abonadoras) es el objetivo de Lecitech, empresa ubicada en la localidad zaragozana de Leciñena y que da empleo a 14 personas.

Además de los sinfines, la empresa construye instalaciones agro-ganaderas y proporciona todo tipo de equipos para su funcionamiento, siempre «en aras de la máxima competitividad y rentabilidad para nuestros clientes», explica Manuel Muñío, coordinador de Lecitech.

De hecho, la firma figura entre las 1.000 empresas de nueva creación con más rápido crecimiento en los últimos cinco años, según el ranking de ‘Financial Times’.

Todo ello, ofreciendo productos de la máxima calidad, eso sí, fabricados y comercializados por la propia Lecitech. «Reivindicamos el ‘made in Monegros’», señala Muñío. «Por ahora hemos realizado instalaciones en unos cien kilómetros a la redonda, que es donde estratégicamente podemos dar servicio», añade.

Sin embargo, Lecitech no desdeña el mercado nacional, donde cuenta con distribuidores en 18 provincias españolas y tiene sus miras puestas en los principales productores agrícolas europeos. «Algunos clientes de fuera de España han venido a nosotros, a comprar nuestros productos, pero queremos abrirnos a esos mercados» para lo cual Lecitech estará presente en las principales ferias del sector. «Contamos con productos de primera calidad personalizados a las necesidades de cada mercado», asegura.

Lecitech nació en 2011 gracias al «amor por el campo» de Manuel, ingeniero industrial y su hermano Juan Pablo, pertenecientes a una familia de agricultores, en un momento en el que se enfrentaron a la encrucijada de decidir si daban o no continuidad a la explotación agrícola de su familia. No solo siguieron adelante con el legado familiar sino que crearon Lecitech para poder aplicar todos sus conocimientos de ingeniería a todos aquellos interesados en mejorar sus negocios. «Lo que es bueno para nosotros es bueno para nuestros clientes», afirma Muñío.

Ubicada en una comarca en la que hay 20.000 habitantes y poca gente joven, su localización no es un condicionante a la hora de desarrollar su actividad, pero sí que, reconoce Manuel Muñío, «a veces nos cuesta algo más de esfuerzo llevar a cabo algunas iniciativas». «Eso sí, contamos con un gran apoyo de nuestros clientes y que, en muchos casos se convierten en amigos», apostilla.

Las personas, eje central

Y es que las personas son el eje central de la actividad de Lecitech, hasta el punto de que entre sus líneas de negocio del sector agrario como los sinfines, sistemas de riego o naves agroganaderas, se encuentra una que podría aparentar ser ajena: la construcción y mantenimiento de piscinas, y que muy al contrario de ser algo lejano, entronca perfectamente en su filosofía. «¿Cómo pretendemos mejorar la calidad de vida de los agricultores si no contribuimos a ello?». El coordinador de la empresa explica que estos trabajos en piscinas, municipales en la mayoría, suelen tener que ver con acciones como

reparaciones o tratamiento de aguas. «En un pueblo tuvieron un problema que les podría haber supuesto el cierre de la piscina. Sin embargo, contaron con nosotros, pudimos resolverlo y la instalación pudo seguir dando servicio», explica Muñío.

La existencia de Lecitech, una empresa con un alto componente técnico y tecnológico, da respuesta a un nuevo perfil de agricultor. «La nueva PAC ha supuesto una especie de corte y cada vez son más los agricultores que están convencidos de la necesidad de demostrar que las ayudas que se reciben son útiles y rentables y la única manera de hacerlo es ofreciendo productos de calidad a precio competitivo», explica Muñío.

«Para lograr esto, instrumentos como las nuevas tecnologías o el empleo de herramientas o el almacenaje en instalaciones punteras son esenciales». «Ahora los agricultores vamos pegados al teléfono, por ejemplo, para saber el tiempo que va a hacer, para arrancar nuestro programador de riego ó para vigilar los animales desde una webcam» añade Muñío, para quien esta evolución, redunda «en más calidad de vida» proporcionada por tecnología ‘made in Monegros’.

Más información en el Suplemento Heraldo del Campo

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión